Lo no tan bueno del FIB Heineken 2009
Querido señor FIB Heineken:
Es de conocimiento popular que el FIB Heineken de este año se lleva el premio a la edición más accidentada. Que la cosa casi supera el desmoronamiento del Verde años atrás. Creo que un casi huracán, el desalojo de quinientas personas, con la consiguiente cancelación del partido de fútbol benéfico, los incendios (sí, ¡hubo dos!) las cancelaciones por mal tiempo, las cancelaciones por enfermedad, añadido a los campings estilo Auschwitz configuran los ingredientes perfectos para el descontento de los Fibers. Sobretodo para los Fibers de verdad, los de cada año, y no esta nueva estirpe que crea el perfil estereotipado de asistente a festival europeo: inglés quemado al Sol, de sangría, jamón del bueno, y olé, de hooligan beodo dando codazos, de repetir hasta la saciedad modelitos de Topshop y H&M, a cual más extremado; de gente de esa a la que le preocupa mil veces más su imagen, el MDMA, la cocaína, la cerveza caliente y la Spanish juerga, que la música.
El problema no es la nacionalidad de los asistentes; no señores. El problema es la publicidad que se le da a este festival, dirigido directamente al público anglosajón desde hace unos años. Es importante la proyección de un festival de este tamaño a lo largo y ancho de Europa, pero ¿a qué precio? Ni siquiera ha habido spot televisivo este año, ni la habitual intervención de Joaquín Reyes. Me resulta indignante entrar a según qué locales y que los trabajadores ya no hablen Catalán Valenciano, sino ni siquiera Castellano, para cambiarlo por un perfecto Inglés. Todo esto configura una atmósfera de malestar del reducido colectivo español; la diferencia de sociedades se ve reflejada en el despilfarre y el poco respeto que demuestran al pisar tierra fibera; de comportarse igual en su casa, serían considerados criminales.
Dejando a un lado las diferencias sociales, y centrándonos en la organización general del festival, cabe comentar que pese a haberse salvado las espaldas con un parche algo precario, esta edición ha dejado muchísimo que desear. Se le ha visto el plumero, señor FIB Heineken. Querríamos, desde aquí, saber el porqué de ciertos cambios a peor supuestamente ideados para mejorar la estancia de los fibers.
Horarios a siete euros; que sí, que incuyen un libro – guía con biografías de grupos. Pero su grueso es debido a que la mitad está en español, y la otra en inglés. El periódico del festival (en el que por cierto, las críticas son desmesuradas, y hacen dudar de la presencia del crítico en los conciertos en sí) antes era de edición gratuita. Ahora, o lo pagas, o te esperas a llegar a casa y bajártelo por internet. Autobuses, que hasta el momento eran gratis, con un precio ahora de 1’25 euros el viaje; cabe comentar que la paradas, otros años, eran muchísimo más cerca del camping: ahorro máximo. Menos gasolina, más beneficio. Sin nada que comentar acerca de que el precio de los abonos de 4 días, con derecho a acampada, fuese el mismo que los packs de 4 días, sin derecho a nada. Se agradece la estacada.
Dejando totalmente de lado que se trataba de la XV edición del Festival, celebrándolo solamente con un cartel más comercial que especial, el festival se nos antojó corto y falto de algo. Es cierto que perdimos un día gracias al Apocalipsis del viernes, pero no creo que un mero documental explicando la historia del festival sea sufiente felicitación de cumpleaños, que como diría J, debía ser un Cumpleaños Total.
Con que la organización no tiene la culpa de los incidentes meteorológicos estamos de acuerdo. Es algo que no se puede controlar; sucede y ya está. Lo que realmente enfurece es el tener que llamar a casa, a trescientos kilómetros de Benicássim (por lo menos en nuestro caso) para tener algo de idea acerca de todo. El caos no sólo se propicia porque sí, sino que la desinformación es una de las causas. No está bien que nos tuvieran en el recinto el viernes fatídico a la espera de algo que nunca llegaría; muertos de frío, al cabo de dos horas de esperar a Los Planetas, por poner un ejemplo, decidimos volver al campamento. Previo nadie sabía nada, ni en los FIBinfo, ni los guardias de seguridad, ni el servicio, ni nadie. Al dia siguiente nos enteramos de que Tom Tom Club había salvado el tipo del festival ofreciendo un concierto que otros grupos rechazaron. Valientes. Discrepancias entre el Fibinfo del Campfib y el del recinto. ¿Qué está pasando?
Llega el día decisivo, en que se verá si la organización realmente organiza. Primer parche, confirmados Maxïmo Park y Los Planetas para el domingo. Aunque estos últimos dispongan sólo de media hora. No está mal, se agradece. Se permitirá la entrada a los fibers del viernes para que puedan verlos. Pero olvidaros de Kings of Leon, que se han vuelto a casa indignados. Comentar las cancelaciones de Foals y de Lilly Allen, por enfermedad. Mala suerte.
No sé hasta qué punto se vendieron más abonos de los que el aforo permite; sólo sé que nunca había visto tal aglomeración en el pueblo, el camping, la playa o el recinto. Un poco de exclusividad no es mala, aporta distinción y mejora la calidad del evento; sólo pedimos algo de preocupación por los Fibers, y menos comercio. Que esto ya es preocupante.