981festival Son Estrella Galicia
El presente año nos ha demostrado que Galicia, Murcia y Alicante presentan fuertes plataformas de calidad, capaces de albergar emplazamientos melómanos con sonados “sold-out”. La escena musical con ubicación gallega lleva durante los últimos años dando una guerra inusitada y sorprendentemente buena. No sólo ha demostrado tener un exquisito gusto a la hora de realizar sus eventos musicales, sino que a cada edición ha logrado que sus citas experimenten un crecimiento exponencial y sin fisuras. En medio de la vorágine de organizaciones con electrónica experimental por bandera, se despunta un zumbido en A Coruña con la sexta edición del 981Festival Son Estrella Galicia, que se celebrará el 16 de octubre.
Las andaduras de este festival se remontan al 2005, siendo Playa Club el organizador y productor, espacio mítico de la ciudad y punto de encuentro para los coruñeses amantes de la electrónica (actualmente Playa Club es colaboradora mientras que Producciones +galicia se encarga de la organización y producción). Además, 981festival ya tenía y tiene una vocación solidaria: el 1% de la recaudación irá destinada alas ONGs Labañou Solidaria e Intermon Oxfam. Si esto no fuera poco, la dirección del festival hace especial énfasis en la gastronomía: además de ofrecernos un apetitoso cartel, el restaurante Playa Club también pondrá a nuestra disposición deliciosos platos de alta gastronomía, a los que podremos acceder a través de un pase especial
Ya su primera edición (2005) quería entrar con pie fuerte y ser festival de referencia en el ámbito nacional, a costa de Swayzak, Lo Fidelity Allstars o Jori Hulkkonen. El siguiente año la cosa se puso más dura y artistas más conocidos o importantes ocupaban más espacio en la cabeza de cartel, así fue como pudimos ver a Chicks on Speed, DK7, Donnacha Costello, Codec & Flexor o Dominik Eulberg (estos dos últimos figuraban en el FIB del mismo año en letra pequeña) que se daban la mano y atraían a un numeroso público venido de diferentes partes de Galicia y España. En esta edición se podía ya prever la filosofía que el festival seguiría en el futuro y que consiste en una amalgama estilística con regusto electrónico. De este modo el techno y el minimal iba abriéndose paso al electro (tan de moda en aquellos años gracias a Chicks on Speed o Codec & Flexor), al pop electrónico de DK7 o a los ritmos más percusivos del Professor Angel Dust.
En 2007, Damian Lazarus hizo vibrar con su electro contundente (con una magnífica sesión recién publicada en la serie FABRICLIVE del afamado club londinense) y unos Belle and Sebastian en dj set junto con artistas locales como Grobas, que hizo bailar a sus vecinos.
En las siguientes ediciones, los cinco espacios del complejo siguieron acogiendo a más grupos, más diversos y de mayor calado (autoKratz, Étienne de Crécy, Peter Hook, Zombie Zombie, Nathan Fake, James Holden, Zombie Nation, Rex The Dog, Kap Bambino, entre otros), se amplió el cartel, incluyendo desde grupos más conocidos a otros totalmente nóveles y urgentes, bien seleccionados, como por ejemplo Thieves Like Us, We Have Band o los catalanes Meneo, auténticos desconocidos fuera de la ciudad Condal.
Pues bien, el 16 de octubre tendrá lugar la próximacita con el citado festival. La edición de este año parece la más completa hasta ahora y viene con alguna novedad que otra. Tendrá dos sedes, una en el auditorio del museo MACUF donde se desarrollará el 981off, en horario diurno y el 981on en Playa Club en horario nocturno, con una filosofía muy Sónar. Otra novedad es que en el Jardín del MACUF se celebrará por primera vez el Pre981, una fiesta de presentación del festival con su propio cartel de artistas y a laque se podrá entrar con el abono del festival, eso sí, ¡con aforo limitadísimo!
Encabezando el “line-up” están BEAK> (el proyecto paralelo de Geoff Barrow de Portishead) y el combo Moritz von Oswald Trio (arriesgado experimento sonoro que unirá sonidos y experiencias de Berlín, Detroit y Jamaica en pro de una buena puesta en escena y en formación de banda de jazz). Además, existe una gran expectación por ver a nuevos talentos como We Love, italianos que prometen ser el mejor espectáculo de todo el festival gracias a su vestuario, puesta en escena y a su música electro-disco-pop. Kyle Hall, la nueva promesa de 18 años tiene como objetivo quemar la pista de baile con un techno Detroit renovado mientras que Martin Buttrich y Oliver Huntemann ofrecerán en cambio una experiencia centrada en el minimal y el techno.
En el cartel figuran también Detachments, el grupo de moda en la ola post-Joy Division, londinenses, conocidos allá, pero de poca repercusión en España, ofrecen synth-pop con toques post-punk un tanto oscuro, si bien, han colaborado con Simian Mobile Disco o Playgroup y están apadrinados por Peter Hook, ex-New Order. El toque oldschool lo ofrecerán Roska, un grupo llamado a ser revelación para este año, y que además presentará disco en el festival; funk, 2step, house… que te lo digan quienes lo vieron en el Sónar de Barcelona. Así mismo, Cluster aterrizarán en A Coruña dejando una estela legendaria que comenzó en los años 70. La historia de la música avanzada podrá verse también en la ciudad gallega: 40 años de krautrock, sintetizadores, atmósferas, vanguardia, improvisación, etc; es prácticamente difícil resumir su currículum.
Naive New Beaters y Crystal Fighters son las apuestas más rockeras, electroindies y gamberras del festival, junto con los daneses WhoMadeWho, que seguramente tocarán su versión del himno ‘(I Can’t Get No) Satisfaction’ de los Rolling Stones, aunque con su toque electrónico particular. El hip-hop de Dels también tiene acogida en el 981festival, como también la elegancia y el saber hacer del IMD de Luke Abbott, los breaks enrevesados de Hudson Mohawke (el “Timbaland” indie, del que incluso se rumora que ya está produciendo a alguna de las más famosas «divas» del R&B), el baile más house y la fusión de Gilles Peterson y Theo Parrish. Por último, aunque no menos importante, The Juan MacLean presentará su aportación a la colección de sesiones Dj-Kicks.
Sin duda, estamos ante un cartel para bailar, escuchar, disfrutar y aprender. Una vez más A Coruña lo ha vuelto a hacer.
Por: Cicuéndez y Tito Manu