Alaska y su riguroso playback

La historia del playback está cargada de flamantes artistas quienes más que con su voz, dotaban al espectáculo con sus atributos físicos o con una puesta en escena atractiva y espectacular, unos más enfocados al marketing y otros directamente al engaño. Tal es el caso de Loco Mía, de Madonna en su gira The blond ambition Tour 1990, de Britney Spears o el polémico caso de Milli Vanilli.

De Loco Mía ya se sabía que no eran cantantes, de hecho la “voz cantante” la llevaban otras personas que grababan en estudio, pero ya tenían suficiente con una puesta en escena espectacular y los ritmos frenéticos de sus muñecas haciendo girar incansablemente sus abanicos, lo que probablemente les impediría articular de manera correcta las letras de los temas. En este caso el marketing y la puesta en escena les salvaban de la quema. Madonna sin embargo recibió duras críticas cuando en los años 90 la gira de la “ambición rubia” se vio salpicada de momentos de playback. Sin embargo, muchos de estos trucos en el escenario son habituales entre los grandes artistas, bien debido a que sus agitadas coreografías no permiten cantar, bien porque el escenario no cumple con los requisitos de sonoridad deseados o bien porque se trata de un espectáculo promocional donde todavía todo está muy verde o bien se presentan novísimos temas.

¿Acaso Alaska está incluida en alguna de estas premisas? Invoquemos al NO como respuesta y de paso comentemos sus últimas dos actuaciones: la del Teatro La Latina en Madrid, el 25 de octubre y con motivo del MTV day el 6 de noviembre en Madrid. En ambas ocasiones se presentaban su última publicación bajo el nombre El paso trascendental del vodevil a la astracanda, antología de canciones de ayer y hoy donde están incluidos todos los éxitos de la etapa de Dinarama y los Pegamoides en versión supuestamente actualizada y otros temas más actuales. Las puestas de escena estuvieron plagadas de plumas, vedettes y coreografías que revivieron los mejores momentos del Teatro La Latina en los tiempos de Lina Morgan o Norma Duval, o al menos esa era la excusa para presentar el primero de sus espectáculos en dicho teatro. Sin embargo, todo resultó ser muy descafeinado, los movimientos torpes de Alaska, la escasez de espacio y una vez más, el riguroso playback de Alaska hizo desmerecer un espectáculo que parecía prometedor, a tenor del lugar de celebración y de que toda entrada era por invitación. Digo una vez más porque ya en su última actuación en el Sónar de Barcelona, Alaska hacía gala de una sincronía de labios perfecta… y esto señores, ya no es tolerable; ni movimientos que fatigaban a la artista, ni canciones desconocidas. Todos esperábamos oír en su propia voz Bailando, La funcionaria asesina, Ni tú ni nadie, Cómo pudiste hacerme esto a mí o A quién le importa. Prefiero pensar que no lo hizo por falta de tiempo para realizar el espectáculo, véase en este caso la premisa del espectáculo promocional anteriormente expuesta, pero según lo visto en el MTV day de Puerta de Alcalá, parece que esto va a ser ya lo habitual.

Esperemos que en su nueva gira prevista para el mes de marzo, podamos escuchar su voz en directo y que podamos disfrutar de un espectáculo completo y propio de unos grandísimos artistas como son Alaska y Nacho Canut.

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