San Miguel Primavera Club (Barcelona): Jueves 25

Segundo día del San Miguel Primavera Club y las cosas empiezan a complicarse un poco: más salas funcionando y muchas más bandas entre las que elegir. Dicho esto,  ¿quién en su sano juicio iría a ver nuevamente a Wild Nothing, después de haberlos visto el día anterior? Pues yo, evidentemente, y la jugada me salió bien.

A diferencia del concierto del miércoles, el cuarteto de dream pop liderado por Jack Tatum decidió no convertir la primera parte del concierto en un funeral, y, paradójicamente, mantuvieron animados a un público menos numeroso que el de la [2] de Apolo; esta vez compuesto principalmente por fieles y gente que se los perdió el día anterior. El setlist no cambió demasiado; quizás lo suficiente como para no caer en los mismos errores y que el público salga del concierto con un buen sabor de boca y con ganas de más.

No fue fácil tomar una decisión sobre qué banda ver después de Wild Nothing, ya que Male Bonding y los muy esperados Beach Fossils tocaban al mismo tiempo y, el drama se repite otra vez, en salas contiguas. Decidimos ir a ver a Male Bonding, que, aunque menos conocidos que Beach Fossils, prometían un concierto bastante más cañero que la media de grupos del festival, compuesto casi en su mayoría por bandas de dream pop, ese género que tan de moda está hoy en día.

Al principio, éramos muy pocos en la sala, quizás ni siquiera llegábamos a cincuenta personas, aunque eso no fue un impedimento para que este trío londinense, cuyo álbum de debut Weird Feeling ha sido editado por el mítico sello Sub Pop, empezaran el concierto con una energía que muchos grupos quisieran para sí. A medida que el trío desgranaba una a una las canciones de su primer largo, entre las que destacamos ‘Nothing Remains’ o ‘Can’t Dream’, más gente se iba uniendo a la fiesta, aunque nunca llegamos a ser más de 200, eso sí. Lo bueno de que haya habido tan poca gente es que el grupo se mostró cercano a su público en todo momento, bromeando sobre drogas o lo poco que les gusta Alemania con algunos de los que asistimos. Aunque, sin lugar a dudas, lo mejor del concierto fue el sonido tan sucio del que hacen gala, y la actitud punk que nunca está de más.

El último grupo que vimos ayer, Jaill (también en Sub Pop), eran completamente nuevos para mí, aunque de momento son la mayor sorpresa que me he llevado en lo que llevamos de festival; no sólo por su música (con canciones como ‘How’s the Grave’, que podría ser la prima hermana de ‘King of the Beach’ o de ‘Sparxxx’ de The Love Language) y su directo, que a ratos recordaba al lo-fi festivo de Wavves (que, por cierto, tocan hoy y mañana en Barcelona), sino que además llevaban la alegría en el cuerpo (y unas cuantas copas de más) y supieron compartirla generosamente con nosotros.

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