Gaga: diez razones para odiarte (y/o amarte)
Ahora que Germanotta está de visita por nuestra piel de toro, hemos pensado que ya era hora de repasar aquellos motivos por los que es alzada como la nueva reina del pop por algunos, o por los que es calificada como una petarda con demasiada performance por otros. Lo mejor de todo, es que salvo talifanes y los que se creen «alternativos» por escuchar canción y media de Kings of Leon, ambas posturas suelen compartir también opiniones contrarias. Empezamos por los contras, por supuesto:
1. No sabía quienes eran Depeche Mode. Increíble pero cierto. Cuando pensabas que el principio de ‘Dance in the dark’ fusilaba el riff de ‘Strange love’ te equivocabas. Hasta que no escuchó un mash-up entre ‘Just can’t get enough’ y ‘Paparazzi’ no descubrió a los míticos ingleses. No es por nada guapa, pero no estamos hablando de Cabaret Voltaire, sino de una de las bandas más conocidas de los últimos treinta años.
2. Su disco debut tiene bastante de relleno. Algo que por otra parte se debe al excesivo número de pistas. Si en vez de dieciséis te quedas con diez o nueve, en plan The Fame Monster, pues mucho mejor. Miedo nos da el próximo álbum: ha anunciado que es probable que contenga hasta veinte temas.
3. El vestido de carne. Un poco de mal gusto, tanto a nivel estético como ético. Y luego criticamos a Madonna por llevar pieles. Morrisey se retuerce en su casa de la campiña inglesa.
4. No aporta demasiado al pop a nivel musical. Porque sus melodías, letras o producciones pueden estar por encima de la media en muchas ocasiones, pero no resultan tan rompedoras como el personaje creado para interpretarlas. La música no suele estar a la altura de la actitud.
5. Lo excesivamente pro-gayer que es en ocasiones. Nos encanta que defienda los derechos de los homosexuales, pero hay que saber cuando frenarse. Madonna siempre lo ha sido, pero de manera mucho menos cargante. Tanto discurso en conciertos y demás acaban cansando a la más loca del lugar, que lo único que quiere es bailar como si no hubiese un mañana. Porque Gaga, al fin y al cabo, eres pop en estado puro, asúmelo.
6. Muchos pueden pensar que resulta demasiado superficial. Y no les faltará razón. Lo que gira alrededor de ella a veces eclipsa su música, aunque ésta fuese lo más revolucionario del mundo (cosa que, como hemos comentado, no lo es).
7. Como actriz no vale un pimiento. Ya lo constatamos en ese patético gag(a) con Madonna en SNL. En ‘Telephone’ lo reafirmamos. Aunque también es verdad que, como Alaska en Pepi, de lo mal que actúa resulta fantástica (en ‘Telephone’, lo de Madonna no se salva ni con esas).
8. Confía demasiado en el «talento» RedOne. Vale que la producción de algunos temas es la bomba (especialmente en ‘Bad romance’), pero en otros tantos apesta lo suyo. Y sí ahora hasta produce a Nicole Bla Bla (nunca sabré escribir ni pronunciar ese apellido), pues apaga y vámonos. Hasta en la sopa. Y va a seguir siendo el principal artífice del sonido de su próximo álbum. Miedo.
9. No ni tiene pajolera idea de bailar. En clips da el pego, siempre que no le pongan una coreo muy complicada ni a Beyoncé al lado, que se la come con patatas. En vivo directamente da un par de pasos por allí, otro par de pasos por allá, y se acabó. Pues casi que mejor, la verdad.
10. Dejar que Beyoncé la convirtiese en una mindundi en ‘Videophone’. Beyoncé consiguió lo impensable: que la italoamericana aburriese y pareciese una bailarina de Noche de Fiesta. No Gaga, no debes rebajarte al mínimo común denominador para colaborar con otros artistas (también le sucedió con un tirado como Wale). Y eso es porque hasta The Fame Monster no se labró una personalidad tan definida y carismática. Ahora son ellos los que se arrastran para colaborar con ella y vestirse de mamarrachas (¿verdad Beyoncé?).
Ahora los pros, que no todo iban a ser pestes:
1. Ser fea y no avergonzarse de ello. Todo lo contrario, casi hasta se aprovecha. Porque cada vez sale más fea en clips y actuaciones y, poniéndome vulgar, le suda el coño. Ella es actitud, no belleza. ¿Que en ‘Bad romance’ y ‘Telephone’ parecía un travesti? Por supuesto. ¿Que últimamente ha engordado unos kilitos? Pues ya ves.
2. Cuenta con los hits más hits de los últimos años. Encabezados por ese bigger than life que es ‘Bad romance’. No hay nada más que decir, ya conocéis los nombres. Y algunos que no tuvieron la suerte de ser lanzados comercialmente: ‘Monster’, ‘Speechless’ y, especialmente, ‘Dance in the dark’ (nominado, por cierto, a mejor canción dance en los Grammy).
3. Haus of Gaga. Ese equipo de creativos que se dedican única y exclusivamente a la creación de la estética general de Gaga. Capaces de lo mejor y de lo peor, pero jamás anodinos.
4. Videoclips que te dejan breathless. Que os podemos contar que no sepáis ya. Hasta el primerizo ‘Just dance’, en su papel de pisaborrachos, maravillaba. Y sí, ‘Alejandro’ era un buen vídeo (que se quedaba pequeño ante lo ya conocido, también es verdad).
5. Las performance excesivas y/o grotescas. Su gira Monster Ball es el claro ejemplo. Pero las actuaciones en premios o programas de tv no se quedan atrás: romper el cristal de un coche con una maza, acabar chorreando sangre o tocar el piano con una estructura circular a modo de anillos de Saturno son solo algunos ejemplos.
6. Actitud y carisma. Ha creado el personaje pop más fascinante de los últimos años. Punto.
7. No se calla ante nada ni nadie. Dice lo que piensa, y lo que es mejor, no parece que sea una pose incluso con el personaje tan esperpéntico que ha creado. Bipolaridad fascinante.
8. Compone y produce. Ya es más de lo que pueden decir la mayoría de divas pop (Britney no sabrá ni leer).
9. Tiene buen gusto y cultura musical (a pesar de lo de Depeche). Lo ha demostrado tanto en los artistas que escoge para que la remezclen, como en diferentes declaraciones y entrevistas.
10. Hablar de ella entre gayers es como hablar del tiempo. No sabemos si se trata de algo bueno o malo. Al final hemos podido acabar algo saturados, pero hubo un tiempo que hablar de ella durante horas era un placer inenarrable.