Los 50 mejores álbumes de 2010
Las listas musicales en general siempre son de lo más controvertidas, especialmente la de discos; por eso, apiadaos de nosotros si nos os convence del todo. Nosotros estamos contentos con el resultado, pero siempre habrá opiniones para todos los gustos. Por supuesto hay muchas cosas que faltan, posiciones que podrían cambiar, pero creemos firmemente que ninguno sobra. Así que esperAmos que disfrutéis de la lista, y si tenéis algo que decir, comentadlo.
50. The Courteeners – Falcon
49. The Dead Weather – Sea of Cowards
48. Dirty Projectors + Björk – Mount Wittenberg Orca
47. Die Antwoord – $O$
46. Napoleon IIIrd – Christiana
45. Perfume Genius – Learning
44. Tame Impala – Innerspeaker
43. Charlotte Gainsbourg – IRM
42. Flying Lotus – Cosmogramma
41. Oneohtrix Point Never – Returnal
40. Best Coast – Crazy For You
39. Scissor Sisters – Night Work
38. Gonjasufi – A Sufi And A Killer
37. She & Him – Volume Two
36. Wild Nothing – Gemini
35. Twin Shadow – Forget
34. Actress – Splazsh
33. The Radio Dept. – Clinging To A Scheme
32. Small Black – New Chain
31. Foals – Total Life Forever
30. Wavves – King Of The Beach
29. Four Tet – There Is Love In You
28. Salem – King Night
27. Triángulo de Amor Bizarro – Año Santo
26. Beach House – Teen Dream
25. Kanye West – My Beautiful Dark Twisted Fantasy
24. Caribou – Swim
23. Janelle Monáe – The Archandroid
22. Ariel Pink’s Haunted Graffiti – Before Today
21. The Drums – The Drums
20. Hurts – Happiness. La sensación hype del año cumplió con las expectativas vertidas desde que se dieron a conocer hace año y medio. La mayoría de los que no se decantaron por su estilo elegante y algo kitsch son aquellos que pensaban que con Happiness arrasarían en la pista de baile. Se equivocaron. Salvo excepciones, las power-ballads de reminiscencias ochenteras son las protagonistas indiscutibles de un ejercicio genuinamente pop. Imprescindible dejar a un lado los prejuicios para disfrutarlo. Jarto
19. Delorean – Subiza. El cuarteto más internacional que ha parido la pequeña villa de Zarautz dejó ya boquiabiertos a propios y extraños en 2009 con el fabuloso EP Ayrton Senna, en el que, cual declaración de intenciones, nos advertían que ninguna pista de baile iba a resistir a su particular sonido, mezcla de balearic y ritmos tropicales. Subiza, aunque continuista, no es más de lo mismo, ya que nos presenta a unos Delorean más crudos, musicalmente más maduros y experimentales, y que ya no precisan de melodías pegajosas o letras repetitivas para crear más de un buen tema pop. Y es que nadie puede negar que ‘Real Love’ o ‘Stay Close’ lo son. electroEm
18. Sleigh Bells – Treats. Como una inyección de adrenalina en vena se presenta este primer trabajo de unos semi-desconocidos Sleigh Bells que recuerdan, por su actitud punk, a Crystal Castles, pero que cuando hablamos de sonido, la cosa se complica un poco. Y es que citar como influencias a M.I.A. (y por extensión a su productor histórico Diplo), Dan Deacon o los mismos Crystal Castles es quedarse un poco corto, ya que este dueto de Brooklyn bebe también del metal, el noise, el power-pop e incluso el hip-hop, lo que lo convierte en un plato apetecible para cualquier melómano que disfrute con burradas tan geniales como ésta. electroEm
17. Crystal Castles – Crystal Castles (2010). Mucha confianza en su segundo álbum deben tener los miembros de un grupo cuando deciden llamarlo exactamente igual que el primero, aunque intenten justificarse diciendo que es la continuación del mismo. No nos engañemos, este Crystal Castles, a diferencia de su hermano más viejo (que no mayor), es mucho más oscuro y desgarrador, aunque paradójicamente, es más limpio y orgánico, con letras más maduras (y cargadas de rencor, melancolía, desesperanza…) que empiezan a tomar un merecido protagonismo. Cada segundo que pasa, este álbum se vuelve más fascinante y escalofriante a partes iguales. electroEm
16. Vampire Weekend – Contra. Muchos esperaban el declive, pero lo que se encontraron fue con un disco casi tan adictivo y fresco como su predecesor. El carisma de Ezra, las melodías tarareables hasta la locura, el sonido más pop y las siempre crípticas pero simpáticas letras lo convierten en una obra ligera pero para nada intrascendente. Si no sientes una tremenda sensación de júbilo al escucharlo, mejor dedícate a otros menesteres. Jarto
15. MGMT – Congratulations. Cansados ya (suponemos) de ser considerados como simples hypes, Andrew VanWyngarden y Ben Goldwasser van y se marcan un segundo álbum sin singles en potencia. O al menos eso dicen, porque canciones que beben de la psicodelia de los 70, que tan a bien tuvo en dárnosla a conocer gente como The Beach Boys o David Bowie, sólo pueden ser considerados como temazos, aunque quizás dirigidos a otro público; una audiencia que busque canciones con mucho más cuerpo y carácter que cualquier hit sacado del debut del dúo neoyorquino, más fácilmente digerible pero también más irregular e inmaduro. electroEm
14. Zola Jesus – Stridulum II. Con la furia propia de una adolescente revelada contra un mundo nihilista y con toda la clase y elegancia que hace falta para ello, aparece la americana Nika Roza Danilova (1989) con su visión del mundo en este LP que le ha valido el respeto de la crítica. Dejarse llevar por la contundencia de su voz y sus teclados equivale a pasear desnudo por el bosque a la luz de la luna sin más miedo que el de no volver a sentir nunca más lo mismo. Kallahan
13. Deerhunter – Halcyon Digest. Bradfork Cox y su banda nos ha obsequiado este año con otro maravilloso disco predecesor de ‘Microcastle/Weird era continued’ con el que nos cautivó hace 2 años. ‘Halcyon digest’ es un ejercicio honesto de indiepop donde se toman como referencia las melodias perfectas de las décadas de los 60 a los 90 y donde los sutiles arreglos cobran protagonismo para sumergirnos en contundentes y bonitos temas para toda la familia. Y si te has quedado con ganas de más, échale un vistazo a Atlas Sound, su proyecto en solitario. Cicuéndez
12. Arcade Fire – The Suburbs. Tras agobiarse con la muerte y la religión, Win Butler y los suyos han revuelto entre sus recuerdos para The Suburbs, donde la angustia se convierte en nostalgia por esos vecindarios tranquilos donde aprendías a conducir y esperabas a que llegara el cartero. Pero no hay que confiarse, porque la preocupación sigue ahí. Los niños de Funeral han madurado y con una actitud un tanto paternalista, no ven con buenos ojos al hombre moderno ni a la juventud que usa palabras que no entiende. Y aunque las letras son más cotidianas, la orquestación y los himnos marca de la casa persisten, con más vocación de estadio que nunca y con el efecto de siempre: las melodías se impregnan en la piel. Beatgirl
11. The National – High Violet. Si hacía falta (cosa que dudamos) un disco de consolidación tras el grandioso Boxer, High Violet corrobora que nos encontramos ante la mejor banda de rock americano de la actualidad. La tensión contenida de la música junto con la penetrante lírica y la profundidad vocal de Matt Berninger convierten al álbum en uno de los ejercicios más emocionales e introspectivos que uno pueda imaginar. Una banda imprescindible para la música, para la vida. Jarto
10. M.I.A. – ///Y/. Quizás no se haya convertido en su trabajo más redondo, pero si el más sincero. Un disco un tanto áspero en un principio, pero que con paciencia se puede ir descubriendo su magnitud. Aunque también contamos con algunos hits directos que se instalan rápidamente en la cabeza de quien los escucha (‘XXXO’ o ‘Tell me why’). La Maya más cruda y visceral no es la Maya que todo el mundo quiere ver (especialmente tras el éxito de ‘Paper planes’), que ha dividido a una buena parte de sus fans. Un proyecto arriesgado pero ganador. Jarto
9. Jónsi – Go. Jón Þór Birgisson necesita la imperiosa necesidad de crear. Cuando su banda decidió tomarse un descanso y la combinación con su churrito no le fue del todo plena (y no nos engañemos, esas mantas maliciosamente soporíferas de Riceboy Sleeps pasaron prácticamente desapercibidas), el imparable artista se marcó un álbum en solitario que unificaba todo el universo ya creado en todos sus anteriores proyectos, otorgándole autenticidad, emoción y carisma y lo que es más importante, rebajaba la grandilocuencia a sencillez y asequibilidad. Porque aunque Sigur Rös sean los dioses, las riendas siempre las ha llevado Birgisson y aquí, el aplaque es sublime, conmovedor y efectivo desde la primera escucha. Tito Manu
8. Sufjan Stevens – The Age of Adz. Una pieza más en el ambicioso proyecto musical de Sufjan Stevens. Un disco en el que la heterodoxa conjunción de los arreglos orquestales y electrónicos crea una poderosa e intencionada atmósfera de histerismo melodramático. Una proyección del estado de dolor y debilidad en el que lo dejó la infección por un virus desconocido y el proceso de recuperación. Apela directamente al corazón y a la más humana de las pasiones con canciones como «Now that i’m older», «I want to be well» o la colosal «Imposible soul». Jesus
7. El Guincho – Pop Negro. España no es flamenco, son marimbas y tambores de acero. Pablo Díaz-Reixa Díaz nos alegra las mañanas y las noches con su fórmula basada en sus ritmos caribeños llevados al terreno independiente con una facilidad pasmosa. Con Pop Negro se ha metido definitivamente al público indie hispanoparlante o no en el bolsillo, fuera de las melodías y guitarras anglosajonas, para dar un toque más exótico a nuestros bailes. Cincuéndez
6. Owen Pallett – Heartland. Aunque viendo sus vídeos puedas esperar a otro Patrick Wolf de orquesta y oyendo su clerical voz pueda recordarte a Zack Condon de Beirut, «Heartland» nos demuestra que este joven amanerado hace vibrar las cuerdas como nadie. Un disco con temas tan interesantes como»Lewis take action» o «the great elsewhere» eleva el pop experimental y orquestal a niveles que no habíamos disfrutado antes. Sin olvidarnos de agradecerle también a la Orquesta filarmónica Checa su despliegue sinfónico sobre las épicas composiciones de Owen. kallahan
5. Gorillaz – Plastic Beach. Damon Albarn nos ha viralizado con este proyecto sin fin y bohemio. Lo que pareció ser un simple entretenimiento o una escapada inspirada, se ha convertido en uno de los grupos totem en la era de la pluralidad musical, la eclosión de una cultura post-norteamericana embebida en ecos de un presente globalizado que no entiende de etnias, edades ni prejuicios. Decidió experimentar sin un horizonte claro y ha logrado elaborar una de las obras post-modernas más importantes hasta la fecha. Si Albarn firma, no puede ser malo nunca. Tito Manu
4. LCD Soundsystem – This is Happening. El sueño de un visionario musical de nuestros tiempos se ha cumplido. Con este disco James Murphy lleva a sus últimas consecuencias el sueño dorado que comenzó en 2002 con su inolvidable ‘Losing my edge’ a base de su receta secreta de pop, dance, punk, electrónica y ese punto que solo un genio puede dar. ‘All I want’ recoge todo el indie-rock que has escuchado en tu vida, ‘One touch’ es apto para un after indie, con ‘Drunk girls’ todas tus referencias musicales se convierte en baile cabecero, con ‘I can change’ el contoneo puede ser una experiencia lisérgica con la ayuda de su espectacular voz, y por fin relájate de una vez con ‘Somebody’s calling me’. Disco redondo. Cincuéndez
3. Hot Chip – One Life Stand. Da igual lo que hagan, como compongan, que influencias tomen en cada lomo electrónico o que nerdada se les ocurra. Siempre consiguen hacerse un hueco en las listas de lo más granado del año. Puede que muchos consideren que este albúm es el que peor ha envenjecido desde aquel retirado febrero, pero nosotros los revindicamos. Su efectividad de beats, sus melodías totalmente adictivas y su forma disparatada de entender el pop les hacen más que dignos destacados a la medalla de bronce. Tito Manu
2. Robyn – Body Talk. La mejor diva pop del momento. Y sin estar cañón. La reunión de los dos Body Talk más varios temas nuevos constituyen la mejor demostración de que el dance-pop puede ser un género tan a tener en cuenta como cualquier otro. Necesitamos no, exigimos más discos de esta índole para poder disfrutar en el dancefloor sin que tengamos que taparnos la cara para evitar vergüenzas y miradas de rechazo. Que aprendan las Ke$has y Perrys de la vida. Jarto
1. These New Puritans – Hidden. El álbum más intrigante de 2010. Cuando era de esperar una continuación de su debut en el más puro estilo NME, los británicos se desmarcan escogiendo la vía introspectiva, conceptual y oscura. Un trabajo que puede apabullar por su asfixiante atmósfera y que no todo el mundo estará preparado para escuchar y evaluar. Una elección arriesgada para coronar cualquier lista del año, pero total y absolutamente justificada. Jarto