Nicki Minaj – Pink Friday
En una época en la cual la música negra se encuentra de capa caída (comercialmente hablando), Nicki Minaj es una de las pocas privilegiadas que sigue posicionada en lo más alto de las listas (norteamericanas) con su disco debut Pink Friday. Por ello, aunque ya lleve un par de meses en la calle, creemos que merece una reseña como dios manda. Hablamos de un disco híper producido, que posiblemente hará las delicias de uno de sus mentores, el todopoderoso Kanye West, y de cualquiera que disfrutase con su última gran obra. Los excesos no terminan aquí, ya que, como bien acostumbran los artistas afroamericanos, se rodean siempre de lo más granado del panorama negroide (y no tan negroide) actual. Desde Drake al mencionado Kanye, pasando por Rihanna o Eminen (todos con todos) e incluso Natasha Bedingfield (¿?).
Los samplers también se decantan por la exagerada proliferación. Algunos pecan de evidentes y artificiosos, como el de ‘Video killed the radio star’ de The Buggles en ‘Check it out’; mientras que el tema por el que Minaj se dio a conocer, ‘Your love’, explota el ‘No more I love you’s’ de Annie Lennox de manera magistral, columpiándose entre la dulzura y cierta rudeza. ‘Fly’, junto a la de Barbados, se convierte en un clásico instantáneo, y predecimos al menos un top 5 en el Billboard cuando el vídeo sea estrenado. A la sordidez de ‘Roman’s revenge’, el tema junto a Eminem, se le une uno de los diseños de sonido más desconcertantes a la par que magnéticos que se recuerdan desde ‘Lollipop’ de Lil Wayne (aunque elevado al cubo). ‘Right thru me’, ‘Save me’ o ‘Moment 4 life’ demuestran lo que ya intuíamos: las power-ballads raperas son la especialidad de la casa. Eso sí, nada de medias tintas anodinas tan comunes en el mundo r’n’b y sucedáneos; y es que Miss Minaj siempre nos sorprende con alguna vuelta de tuerca interpretativa y de producción, sin olvidar un agudo olfato melódico.
El álbum también tiene sus sombras, pero las luces nos ciegan lo suficiente para no hacerlas demasiado caso. Pink Friday, sin llegar al nivel de MBDTF de Kanye, gustará a los piensen que no pueden aguantar más de dos canciones de rap seguidas (aquellos que pensaron lo mismo de dicho disco). Lo que tenemos entre manos es una notable fusión entre el género negro por excelencia y las maneras más pop y accesibles. ¿Conclusión? Nicki Minaj no es solamente un orondo y pellizcable culo, sino que nos deja bien claro que la sensualidad, la dulzura y el carácter no tienen porque ser cualidades contrapuestas.
Puntuación: 7/10 | Escúchalo: spotify