Radiohead – The King of the Limbs

La sorpresa de la semana se ha convertido para algunos en el disco de la temporada. Radiohead ha alcanzado el estatus de banda por encima del bien y del mal que ya podrían sacar un disco de versiones de Billie Ray Cyrus que crítica y público lo elevarían hasta el olimpo y más allá. No es menos cierto que se lo merecen, ya que la carrera que se han labrado está al alcance de muy pocos, y menos contentar las casi siempre contrapuestas actitudes mainstream e indie. Una voz discordante entre tantas alabanzas siempre han sido los redactores de Rockdelux, que desde Amnesiac han venido desestimando cada nuevo lanzamiento de la banda. Siempre está bien escuchar o leer alguna opinión que se enfrente a lo establecido (aunque no siempre se esté de acuerdo). En el caso de The King of Limbs (turbador título donde los haya) parece ser que, como era previsible, las críticas han sido generalmente estupendas.

No es por ir contracorriente (aunque visto lo visto, no somos los únicos), pero este nuevo experimento de la banda se acerca más a un descarte de In Rainbows que a un disco con entidad propia, como de alguna manera también sucedió con Amnesiac respecto al imprescindible Kid A. Si Radiohead se ha caracterizado por algo es por reinventarse en cada nuevo esfuerzo discográfico, manteniendo la esencia pero sin repetirse. En este caso huele a recalentado, y eso amigos no, no es bueno. Por otro lado Thom Yorke y su séquito tampoco son lo que se dice tontos, y lo que en manos de otra banda podría traducirse en hecatombe, lo que nos encontramos es un buen disco. De transición, pero bueno. Porque quizás la manera de lanzarlo, la precipitación o la escasez de pistas (solo ocho) den a entender que se trata de un regalito (que podría tener continuación, según se rumorea), pero nada comparado a un gran lanzamiento.

El tema de la producción es uno de los aspectos que más se resiente, ya que resulta demasiado similar a la de su anterior trabajo (menos guitarras pero mismo tono y atmósferas), aunque sin tanta entidad y personalidad, provocando cierta monotonía sonora. En ciertos momentos como en ‘Feral’ paladean con el dub-step de la escuela de Burial (también es verdad que siempre han jugado un poco con el género), mientras que en ‘Codex’, uno de los mejores cortes, se acercan a ‘How to dissapear completely’ y su melancolía hermética y contenida. La ambiental a la par que sencilla ‘Give up the ghost’ se perfila como lo más destacado del álbum, con un Yorke en éxtasis vocal e interpretativo que realmente emociona. ‘Little by little’ suena a single desde el principio; en realidad, bastante mejor elección que ‘Lotus flower’, un tema que como adelanto de un disco (adelanto de un día antes, eso sí) no está a la altura. ‘Bloom’ abre la veda con sabiduría, mientras que ‘Separator’ podría haber sido una despedida perfecta con un par de minutos menos que lastran el tema.

Lo dicho, buen álbum, pero creo que hay que tomárselo como un apéndice de In Rainbows más que como un trabajo con la magnitud esperada. Será que Radiohead es una banda demasiado enorme como para lanzar algo que no haga tambalear los cimientos de la música.

Puntuación: 7/10 | Escúchalo: KROQ

jarto

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