Freak top: pop/rock stars y videojuegos (II)

sabrina

Segunda parte de la freaky lista conformada por videojuegos que muchos desconocían o que habían olvidado (o querido olvidar). Como ya comprobasteis ayer y también haréis hoy, no nos hemos guiado por la calidad, sino también el nivel de absurdo o sí, por la caspa, como veréis en el número uno.

5. Aerosmith en Revolution X (Arcade, MD, SNES, PSX, Saturn,1994-1996)

Los juegos de disparos con pistola de luz fueron un must de la cultura audiovisual de los noventa. Aerosmith puso su imagen y presencia a este divertido juego con estética trash y anarquista que triunfó en los salones recreativos pero pinchó en consolas. Ambientado en un futuro apocalíptico donde música y videojuegos están prohibidos, nuestro cometido era ir rescatando uno por uno a los cinco componentes de la banda mientras aniquilábamos a todo lo que se movía. Como nota curiosa, el propio Steven Tyler aparecía en un vídeo soltando un inútil y aburrido speech al jugador.

4. David Bowie en Omikron (Dreamcast, PC, 2000)

El Duque Blanco compuso la banda sonora de una aventura de estética cyber-punk que mezclaba varios géneros con más o menos acierto. Los temas que interpretaba no estaban a la altura de un ‘Space oddity’ o un ‘Heroes’, pero sí por encima de la media de lo que podíamos escuchar en un videojuego. Por si fuera poco también tenía su avatar como personaje secundario, que además aparecía cantando en escenas con una realización muy videoclipera aunque ligeramente ridícula.

3. Frankie Goes to Hollywood en Frankie Goes to Hollywood (C64, Amstrad CPC, ZX Spectrum, 1985)

Una de las bandas fetiche de los ochenta encontraron en este juego el medio perfecto para manifestar su hedonista (y homosexual) filosofía de vida tan de moda en la cultura de la década. Conseguir escapar de un pueblo de catetos para llegar a la sala del placer de la gran ciudad (un antro gay, vamos) era el fin de una vídeo aventura bastante surrealista pero de lo más curiosa. Rezumando encanto kitsch tanto por temática como por gráficos, es sin duda uno de los mejores juegos de la lista (lo que tampoco es decir mucho).

2. Michael Jackson en Moonwalker (MD, 1989)Moonwalker (Arcade, 1990)Sonic 3 (MD, 1994), Ready 2 Rumble 2 (Dreamcast, 2000), Space Channel 5 (DC, 2000)

A Jacko le encantaban los videojuegos, tanto para jugar como para participar. Hace un par de años descubrimos que había creado parte de la banda sonora del legendario Sonic 3, pero por razones no aclaradas desapareció del proyecto. Unos dicen que porque no le convenció el trabajo; otros que los escándalos del artista obligaron a Sega a darle la patada. Fuese lo que fuese, las composiciones eran de lo mejor que podíamos (y podemos) escuchar en una consola. Por otro lado, cedió su imagen para participar como luchador en el simulador de boxeo Ready 2 Rumble 2 (personaje seleccionable) y en el juego de baile Space Channel 5 (secundario no controlable), ambos más que respetables. Una incursión mítica como protagonista fue en la adaptación de su película Moonwalker. Para Megadrive hablamos de una simpática mezcla entre plataformas y beat ‘em up con gráficos bastante cutres, donde MJ acababa con sus enemigos a base de sus famosas patadas y demás inconfundibles movimientos bailongos. La versión recreativa sin embargo era un trepidante arcade de acción con espectaculares gráficos made in Sega (cuando era reina y señora de los salones) que pide a gritos su vuelta al mundo de los vivos en alguna recopilación o similar. De media, no nos podemos quejar.

1. Sabrina en Sabrina (1988, ZX Spectrum)

Lo de este juego no tiene nombre. O sí. Tit ‘em up, o lo que es lo mismo, reviéntales la cara a golpe de tetazos. Y vaya par de tetas (todos hemos visto al menos una de las dos). El objetivo era ir abriéndote paso con tus potentes y enormes “armas” (y patadas en los mismísimos) del aeropuerto al estudio de televisión donde Sabri tenía que actuar. Un churro de juego con gráficos absurdamente horribles y una jugabilidad que ni hecha aposta (¿o es qué sí lo fue?). Tan rematadamente malo y kitsch que parece imposible su simple existencia. Pero mejor ser un desastre y recordado que mediocre y olvidado, lo que le convierte en una joya a conseguir a cualquier precio. Y por si fuera poco, 100% español, para que veáis que hubo vida antes de la saga Commandos. Y vaya vida. ¡Olé!

Aerosmith en Revolution X
Los juegos de disparos por pistola de luz fueron un must en la cultura de los noventa. Aerosmith puso su imagen y presencia a este divertido juego con estética trash y anarquista que triunfó en los salones recreativos pero pinchó en consolas. Ambientado en un futuro apocalíptico donde la música y videojuegos están prohibidos, nuestro cometido era ir rescatando a los cinco componentes de la banda aniquilando todo lo que se movía. Como nota curiosa, el propio Steven Tyler aparecía en un vídeo dando inútiles consejos al jugador.
David Bowie en Omikron
El Duque Blanco compuso la banda sonora de una aventura de estética cyber-punk que mezclaba varios géneros con más o menos acierto.  Los temas que interpretaba no eran ‘Space oddity’ o ‘Heroes’, pero estaban por encima de la media de lo que nos podíamos encontrar en un videojuego. Por si fuera poco también tenía su avatar como personaje secundario que además cantaba con una realización muy videoclipera aunque ligeramente ridícula por momentos.
Frankie Goes to Hollywood
Una de las bandas fetiche de los ochenta encontraron en este juego el medio perfecto para manifestar su hedonista (y homosexual) filosofía de vida tan de moda en la música de la década. Conseguir escapar de un pueblo de catetos para llegar a la sala del placer (un antro gay, vamos)  en la gran ciudad era el fin de una vídeo aventura bastante surrealista pero de lo más curiosa. Rezumando cultura kitsch tanto por temática como por gráficos, es sin duda uno de los mejores juegos de la lista (lo que tampoco es decir mucho).
Michael Jackson en
A Jacko le encantaban los videojuegos, tanto para jugar como para participar. Hace un par de años descubrimos que había creado la banda sonora del legendario Sonic 3, pero por razones no aclaradas.U nos dicen que porque no le convenció el trabajo; otros que los escándalos del artistas obligaron a Sega a darle la patada. Fuera lo que fuese, las composiciones eran de lo mejor que podíamos (y podemos) escuchar en una consola. Por otro lado, cedió su imagen para participar como luchador en el juego de boxeo Ready 2 Bumble 2 (personaje seleccionable) y en el juego de baile Space Channel 5 (secundario no controlable), ambos más que respetables. Una incursión mítica y como protagonista fue en adaptación de su película Moonwalker. Para Megadrive hablamos de una simpática mezcla entre plataformas y beat’m up con gráficos cutres que permitía a MJ acabar con sus enemigos a base de sus famosas patadas y demás inconfundibles movimientos bailongos. La versión recreativa sin embargo era un trepidante arcade de acción con espectaculares gráficos made in Sega (cuando era reina y señora de los salones). De media, no nos podemos quejar.
Sabrina
Lo de este juego no tiene nombre. O sí. Tit’m up, o lo que es lo mismo, reviéntales la cara a golpe de tetazos. Y vaya par de tetas (todos hemos visto al menos una de las dos). El objetivo era ir abriéndote paso con tus potentes y enormes “armas” (y patadas en los mismísimos) del aeropuerto al estudio de televisión donde Sabri tenía que actuar. Un churro de juego con gráficos inexplicablemente horribles y una jugabilidad que ni hecha aposta (¿o sí qué lo fue?). Tan rematadamente malo y kitsch que parece imposible su existencia. Pero mejor ser un desastre y ser recordado que mediocre y olvidado. Y por si fuera poco, español, para que veáis que hubo vida antes de la saga Commandos. Y vaya vida. ¡Olé!
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