R.E.M. – Collapse Into Now
Bandas que lleven más de tres décadas en la música, con una media de calidad envidiable y que además sepan contentar a diferentes tipos de público se pueden contar con los dedos de una mano. O con un par. Ahora mismo solo se me ocurren Depeche Mode y R.E.M.; pero si comparamos ambas formaciones los de Stipe ganan por goleada. Salvo el mediocre, que no malo, Around the Sun, la banda siempre se ha caracterizado por trabajos que en algunos casos se pueden considerar como obras maestras absolutamente inolvidables. Así de simple, así de claro.
Con Collapse Into Now sucede como con Accelerate, no nos encontramos con un Murmur o un Automatic for the People, cosa que tampoco esperábamos, pero sí con uno de sus discos más eclécticos y asimilables. En realidad muchos lo han considerado como un repaso de su carrera en forma de doce canciones que en algunos casos recuerdan a clásicos ya afincados en nuestra memoria. El estribillo de ‘Mine smell like honey’ se acerca al de ‘Bad day’, mientras que los coros se codean con los de ‘Belong’, otorgándole al tema una aura pop de la escuela del Out of time. Patti Smith vuelve a participar con el grupo en ‘Blue’, tras el suicidio comercial (que no de calidad) que supuso el single ‘E-Bow the letter’, conservando el spoken en un ejercicio de distorsión tan emotivo como perturbador. ‘ÜBerlin’, claramente inspirada en la ciudad donde grabaron parte del material, comienza con una melodía que se basa en ‘Drive’, aunque la canción acabe tomando derroteros más acelerados y no tan tenebrosos en una de las canciones más pegadizas del álbum.
‘It happened today’, que cuenta con la anecdótica participación de Eddie Veder, se alza como el himno de Collapse Into Now: épica medida al milímetro con el orgullo de liberarse de ataduras vitales innecesarias. La presencia de Peaches otorga la faceta riot grrrl a ‘Alligator Aviator Autopilot Antimatter’, ideal para agitar melenas y chocar hombros con el de al lado. En ‘All the best’ y ‘Discoverer’ continúan con las furiosas guitarras de Accelerate aunque perdiendo urgencia; mientras que en ‘Oh my heart’ se decantan por las más folk, en un tema donde la melancolía nocturna juega el mismo papel que en buena parte del Automatic for the People.
Puede que algunos lo consideren un refrito bien cocinado, pero de nuevo han conseguido lo que muchas bandas veinteañeras matarían por tener: un álbum tan rabioso, emocionante y directo como un debut. El mejor ejemplo de su talento y jovialidad que podían demostrar habiendo llegado a los cincuenta. Que aprendan U2.
Puntuación: 8/10 | Escúchalo: spotify
jarto