Cats on Fire y Vincent en el Teatro Lara, Madrid
Los intempestivos horarios del Teatro Lara son el único impedimento para disfrutar de un lugar que sinceramente nos encanta. Sin embargo, no podíamos resistirnos a acudir a uno de los conciertos del último ciclo de Son Galicia. Eran las 10:50 cuando comenzó el concierto de la que probablemente será una de las bandas nacionales con más pegada en los próximos meses. Los madrileños Vincent tienen una propuesta de prog-rock energético, unas veces como unos Explosions in the Sky acelerados, otros como Battles sin matices psicodélicos. Las voces son un complemento más dentro del entramado musical, a veces con una presencia meramente anecdótica. Hablando de voces, en general resultaban escasamente integradas, como si formasen parte de otra canción. Éste posiblemente sea el único punto a pulir de una banda que pasa de la extroversión a la introversión en un ejercicio vigoroso y potente de buena música. Seguiremos atentos de las andanzas de una de las bandas más interesantes del panorama actual.
Cats on Fire salieron a escena con Mathias como alma máter de la banda. El finlandés llama la atención por su aspecto entre angelical y andrógino, y su actitud entre homo (esos gestos) y hetero (comentarios acerca del juego arrogante del Barcelona F.C.). Destacamos el comentario acerca de tocar nuevos temas, en los que ‘piensas ilusionado que les van a gustar al público y al final te exigen las antiguas’. Verdad como un templo. Quien haya escuchado alguno de sus discos habrá comprobado cierta similitud con Morrisey en la voz, rasgo que en directo mantiene, aunque al ver también una presencia física bastante distinta, tampoco chirría tanto.
Canciones de sus otros álbumes como ‘Mesmer and reason’, ‘Horoscope’ o ‘For ex-lovers only’ sonaron con precisión, junto a temas de su último trabajo Dealing Wih Antiques, aunque sin atisbo de sorpresa. Su pop a veces más melódico y melancólico, y otras más potente y enérgico se mostraba bien hilado aunque algo anodino por momentos, algo que por otra parte también se refleja en sus discos. No esperábamos que fuese el concierto de nuestra vida, pero sí un poco más de trascendencia. También es verdad que la velada resultó agradable y al fin y al cabo no todo tiene (ni debe) pasar a los anales de la historia.
redacción: jarto / fotos: Beatriz Tejedor