Yelle – Safari Disco Club

Todo apuntaba a que Yelle pretendían explorar una madurez sonora en su segundo largo. Tras una oleada de tecktonik electro pop infeccioso y un debut de singles contundentes, Yelle quisieron romper los patrones constructivos delimitados en su anterior LP con una propuesta  más reposada, primando el protagonismo por la formación completa. Son tres los que participan en la elaboración del trabajo final, no sólo la pizpireta de club. Sin embargo, por segunda vez consecutiva, he vuelto a experimentar las frustraciones sonoras que viví con su primer trabajo. Voy a explicarme.

Yelle comenzó la promoción de Safari Disco Club con ‘La Musique’, bajo el apoyo de Kitsuné (unión nada sorprendente, son tal para cual, y ya había precedentes colaborativos con dicha escudería en varias compilaciones) y el tema ciertamente me cautivó. No busca ser carne de pista y paradójicamente, logra dicho movimiento como efecto colateral. Es sosegado, denota evolución y un buen puente continuador entre sus dos álbumes. Reposadas bases, con la misma  presencia en relevancia desde la perspectiva compositiva, sinuosas y más viscerales, elaborando un telar electrónico mucho más estructurado. Distorsión vocal aceptable y cierto toque 8bits delicioso. Minipunto. Luego nos llego el track homónimo al álbum, ‘Safari Disco Club’, y pensé que me iba a ser inevitable hacer una reverencia a la banda gala. Es a todas las luces, el mejor tema firmado por ellos, que recogía el testigo creado por ‘La Musique’ y lo exponenciaba en efectividad. Quizás pueda pecar de ser algo más machacón, incluso de un estribillo menos afortunado y más pobre. No obstante, sus percusiones fabulosamente combinadas con ese soporte electrónico endiablado me conquistaron definitivamente. Dos minipuntos. Los ríos de gloria no corrieron tan fluidos con su tercer single, ‘Que Veux-Tu’. Bien es cierto que añadiendo visuales, con tanto color y coreografía, sí libera el tema y logra desempolvar su potencialidad, que más que de Yelle, parece realizada por los propios Souvenir. Pierde algo de fuelle tras los primeros trazos, aunque con las escuchas adquiere más atractivo. Restamos minipunto.

Y con ese acervo y un minipunto, nos llegó el disco completo, con portada ya anunciada por medio del videoclip de ‘Safari Disco Club/Que Veux-Tu’. Y el resultado es menos prometedor de lo que auguraban los primeros esbozos. Yelle querían quitarse la etiqueta de “one-hit-onder” a toca costa  y su electro pop algo más ramplón, coqueteando con arreglos de mayor empaque,  no disgusta pero no consigue su propósito cautivador. Muy por encima de la media de muchas propuestas del género, insertar ‘Safari Disco Club’ como primer tema del trabajo es un error mayúsculo, más si el resultado conjunto no pretende seguir esos derroteros y con añadidura, a relegar temas como ‘J’ai Bu’, ‘Unillusion’ (con un producción tan Chromeo) o la fabulosa ‘S’eteint Le Soleil’ (el track de mayor herencia ochentera, preciosista y épico) a intentar salvar los escoyos del grueso del álbum.

Yelle canta infinitamente mejor, y no nos desquicia con sus gritos constantes. ‘C’est Pas Une Vie’ suena muy descafeinada y de regusto demasiado dulzón. ‘Comme Un Enfant’ tiene un comienzo prometedor y entre el estribillo y los bits repetitivos se queda en un “quiero-y-no-puedo”, destruyendo un tema con alto potencial. Y es que Yelle vuelven a decepcionarme. La sensación de frescura que denotan algunas de sus composiciones se ve difuminada en resultados frustrados. Buenas ideas no resueltas y sin el encauzamiento determinante, porque no nos engañemos, si Yelle no consiguen que bailemos algo está fallando. ‘Mon Pais’ y ‘Chimie Physique’ contienen buenos principios y la resolución se pierde, o en alargar el alegato demasiado, o en explorar un lenguaje del que ellos mismos todavía no terminan de comprender.

Julie Budet ha declarado en varias entrevistas que su tercer largo seguirá los derroteros de ‘Safari Disco Club’, discurso que le permitirá cimentar el puesto definitivo por lo que ellos siempre han luchado, ser uno de las dueños en la facturación actual del pop francés. Y creo que tienen las armas, el potencial y el talento para lograrlo, pero aquí desaparece y se esparce en muchos apretones que sólo ganan adeptos tras muchas escuchas. Un buen disco de pop bailable no puede permitirse el lujo de no taladrarte el cerebro a la primera traza. Medio minipunto.

Puntuación: 6.1/10 | EscúchaloSpotify

Tito Manu

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