The Joy Formidable – The Big Roar
El debut de The Joy Formidable, banda galesa formada por amigos de la infancia, Ritzy Bryan, Rhydian Dafydd y Matt Thomas, me ha sorprendido bastante. Empecé escuchando su primer EP ‘A Balloon Called Moaning’ (2009), y, tras ello, ya devoré ‘The Big Roar’. Me llamó mucho la atención la fuerza que tienen, ese sonido amplio y con toques de noise rock, mezclado con la voz de Ritzy, a veces contrastando suave y tranquila como la de Kevin Shields en My Bloody Valentine, y otras más enérgica en concordancia con la música.
Cuando estaba documentándome un poco sobre el grupo en su página en la Wikipedia, justamente unos días antes una cuenta creada bajo el nombre de RDafydd “vandalizó” toda la información ya existente, sustituyéndola por un texto tendencioso lleno de frases parciales del estilo de “(The Joy Formidable) suenan como si Arcade Fire tuvieran pelotas (…), pero tienen una voz y una fuerza únicas que deben ser vistas en vivo y en directo”, seguido de una entrevista contando su infancia entre montañas galesas y lo mucho que se echaron de menos los miembros del grupo cuando estuvieron alguna temporada separados. La página (supuestamente) modificada por el bajista del grupo se puede consultar aquí.
Centrándonos ya en el plano musical, ‘The Big Roar’ incluye cuatro de los nueve temas que componían su anterior EP. ‘The Greatest Light Is the Greatest Shade’, que iniciaba ‘A Balloon Called Moaning’, en el disco ocupa el último puesto. Pegadizo y sobrio, cierra el LP de forma apoteósica, dejando con ganas de más.
El primer single elegido para presentar el disco, ‘I Don’t Want to See You Like This’, tiene una batería potentísima con doble pedal a saco, mientras que en ‘Austere’ predominan las distorsiones y el bajo con gran protagonismo, pero ese gritito de Ritzy Brian que sirve de base para la canción se repite hasta la saciedad, y puede llegar a empachar un poco después de un par de escuchas. El trémolo de guitarra de la intro de ‘Buoy’ tiene tintes de la banda japonesa Mono, pero más adelante estalla ese sonido shoegazing que tanto predomina en todo el álbum. Voces distorsionadas y punteos se entremezclan creando una atmósfera envolvente y algo fantasmagórica. En mi opinión, junto a ‘The Greatest Light Is the Greatest Shade’, es uno de los mejores cortes del disco.
En ‘The Big Roar’ hay lugar para varios estilos, tanto para temas más noise rock, así como para otros más pop-punk como ‘Cradle’, o baladones que luego se animan como ‘Llaw = Wall’. Es un buen primer disco, pero tampoco hay que hacerse muchas ilusiones. A ver si nos salen rana.
Puntuación: 7/10 | Escúchalo: Spotify
Mar Bells