El supuesto triunfo del indie en la televisión en España
La semana pasada se estrenó la nueva temporada de Física o Química. ‘Pues vale’, dirán algunos, cosa que nos parece absolutamente comprensible. La serie, que comenzó como un desfase de sexo, drogas y acné ha acabado aburriendo con argumentos que ni fu ni fa y tanto cambio de personajes que haría enorgullecer a Al Salir de Clase. Otra de las cualidades intrínsecas de la misma era la utilización de música de carácter comercial (de Alejandro Sanz a El Barrio). Si comparando nuestras series con las norteamericanas ya chirrían en aspectos como la realización, interpretación o argumento, el tema musical provoca total vergüenza ajena. No nos encontraremos con una cuidada selección musical como en The O.C. o Gossip Girl, sino que suelen escoger el camino de lo vulgar y cañí. Hasta la semana pasada, cuando Julio de la Rosa anunció que se encargaba del departamento musical de la serie de adolescentes por antonomasia a día de hoy.
Al grito de ‘Nosotras no llevamos chandal’, estribillo del tema ‘Supermodelo’ del grupo indie Rusos Blancos, comenzamos a vislumbrar que puede que un cambio no parezca tan utópico. Ya tuvimos ciertos ejemplos en el pasado como la cabecera de Cazadores de Hombres con la presencia de Russian Red, o algún atisbo en algunas series de Cuatro (en la época pre-Tele 5). En el mismo canal siempre hemos podido escuchar una selección muy resultona en diferentes programas (especialmente realities), pero mucha de la audiencia no supone el público objetivo en cuestiones de edad para este tipo de música. Aparte de que la banda sonora en una serie se descubre como mucho más efectiva que en otro tipo de formatos televisivos. En cambio en FoQ parece que el cambio puede suponer un pequeño avance para bandas más minoritarias. En el mentado episodio también pudimos escuchar temas del propio Julio o de Niños Mutantes (que no son el paradigma de lo indie, pero están bien para empezar). No sabemos como acabará todo esto, pero resulta divertido imaginarse alguna escena de carácter destructivo y excesivo acompañada por un tema de Triángulo de Amor Bizarro. Y si se nos va un poco la cabeza escenificaremos nuestra expresión de sorpresa al oír en el metro un politono de Klaus & Kinski. Claro, como comentamos en el artículo de la semana pasada, siempre habrá algunos que solo de pensarlo sufrirán urticaria.
Por otra parte, Glee comienza a introducir temas de corte indie en la segunda mid-season de la última temporada. Yeah Yeah Yeahs, Lykke Li o Black Kids han pasado por sus reformulaciones. Y es que, aunque la televisión norteamericana cuenta con buenas bandas sonoras, una cosa es que una canción suene de fondo, y otra que la interpreten los protagonistas. Pero como en España Glee pasa un tanto desapercibida (al menos en TV), no esperamos que cumpla el cometido de dar a conocer artistas menos masivos, por lo que ponemos nuestras esperanzas en futuros proyectos y en FoQ, que por ahora se centra en el producto nacional. A ver que pasa en el capítulo de hoy.
jarto