Does It Offend You,Yeah? – Don't Say We Didn't Warn
Does It Offend You, Yeah? brotaron de la nada para facturar electrónica afrancesada desde tierras inglesas, con maneras adaftpunkeadas y gamberras, banda sonora de tantas noches que he perdido la cuenta y fueron nombrados banda con uno de los peores nombres de la historia musical (tampoco les faltaban motivos). Desconozco que ha pasado en su carrera para que hayan postergado tres años la salida de su continuación, lo que probablemente justificase que se cayesen del cartel del festival Low Cost 2010. Hubo fecha de publicación para marzo del pasado año, incluso llegué a ver votaciones en redes sociales como rateyourmusic, sin filtraciones en el esfera blogger… Y yo me asusté, incluso pensé en una posible disolución a la White Rose Movement. No obstante, la rumorología pasó a un segundo plano cuando en el 2011 tuvimos nueva fecha de salida, pero ¿el sonido del LP se habría quedado caduco por una producción lenta? Pese a todo, las ansias de escucharlo permanecían in crescendo, demasiada post-resaca nostálgica.
Reprogramado para principios del 2011, las campañas de promoción apuntaban a un disco con más componente instrumental y vimos como ahora la formación completa era escenario de las fotografías de los medios, una maniobra muy Yelle. Su primera traza de degustación tenía que ser una pieza contundente, ellos se han caracterizado por ser carne de rave en materia de singles y ‘The Monkeys Are Coming’ cumplió con todas las expectativas, insertada convenientemente en la mitad del álbum, con una portada rematadamente buena y un videoclip bastante mediocre. Un corte de su línea más destructiva, con samples de primates incluidos, onomatopeyas, no tan inmediato como cabría esperar y donde DIOYY? se la juegan, mezclando electro house, UK garaje y electro rock, tan bizarro que hasta la fecha no lo he odio nunca en la vida noctámbula.
El LP vino bautizado con un título escueto, marca de la casa, Don’t Say We Didn’t Warn You, con sus implicaciones inmediatas en la reacción del público. ‘We Are The Death’ abre el álbum y verifica las sospechas, posteriormente confirmadas, de que la banda ha formulado el grueso de este trabajo desde una perspectiva mucho más melódica y pop, sin olvidar su macarrismo ravero. Una introducción sosegada da paso a un sonido más compacto, continuista con el primer single del álbum, gritos, sintetizadores peleones y mucha actitud. Sin embargo, lejos de ser artificial, es la mejor opción que han podido tomar. DIOYY querían demostrarnos que son algo más que beats efectivos y fáciles, que saben componer temas más estructurados y con menor potencia de consumo rápido. ‘John Hurt’ con aquel sample saturante ya empleado por Bob Sinclar, la fabulosa ‘Yeah!’, ‘Wrestler’ o el bonus track de la edición japonesa, ‘Survival Of The Thickest’, entrarían dentro de esta rama más estridente y rompepistas. Y como ocurría en You Have No Idea What You’re Getting Yourself Into, su vena más amable persiste, esas formas que eran despuntadas en la poco explotada ‘Epic Last Song’, sin olvidar un pequeño coqueteo adicional al UK Garage en ‘Wondering’. ‘Put On My Insides’ es cierto que resulta demasiado simplona, pero temas como `Wrong Time Wrong Planet’, ‘The Knife’ o ‘Broken Arms’ (la genial balada que pone el broche de oro al trabajo) no son novedosos (ecos a los nuevos Franz Ferdinand o The Wombats no se lo quita nadie), pero sí sorprenden dentro de una maquina de baile que nunca se esperaba que bajase el pistón, con canciones sencillas y más cuidadas.
No se puede decir que DIOYY? hayan pensado hacer un disco al uso, eso es como pedir a Calvin Harris que no tenga giños ochenteros en sus LPs. Sin embargo, a pesar de las escuchas, siempre mantienen el mismo interés en el oyente y consigen que salgas de casa para entregarte en alcohol. No les íbamos a pedir más y han vuelto a cumplir lo que prometieron.
Puntuación: 7.0/10 | Escúchalo: Spotify
Tito Manu