Info Showcases: Entrevista a Disco Las Palmeras!
Hace un par de semanas, tuvimos la oportunidad de entrevistar vía telefónica a Diego Castro, vocalista y guitarra de Disco Las Palmeras!, grupo que, como ya sabréis, forma parte del cartel de nuestros Showcases Musikorner, y que además ha tocado recientemente en el San Miguel Primavera Sound, festival al que también asistimos.
Si no los habéis podido ver en directo, no os los perdáis: tocarán tanto en Madrid (12 de junio, entradas aquí) como en Barcelona (11 de junio, entradas aquí), dentro del marco de nuestros Showcases Musikorner, y junto a grupos como Peepholes, Vincent o Löpez (sólo en Madrid).
Comenzamos con una pregunta típica, sobre vuestro nombre. Disco Las Palmeras! puede sugerirnos un acercamiento a sonidos africanos y tropicales, como el que han llevado a cabo grupos como Delorean o El Guincho, pero vuestro sonido es más noise, más similar a Triángulo de Amor Bizarro. Disco Las Palmeras! ¿de dónde sale?
Lo del nombre fue descaradamente oportunista. Empezamos con el grupo cuando el boom de El Guincho, Animal Collective y grupos del estilo, y quisimos robarles un poco de protagonismo; de alguna manera nos daba la sensación de que la gente que pensara que íbamos a hacer eso, se iba a quedar doblemente con nosotros si luego no tenía nada que ver. De todas formas, y esto es algo que comentamos siempre entre nosotros, los locales más horribles de última hora, esos que juras que no vas a repetir nunca, suelen tener nombres muy alegres, aunque luego resultan ser lo peor de cada ciudad; este concepto coincide un poco con ese punto de nuestra música. Queríamos darle un toque alegre a algo que no lo tiene tanto, ya que el grupo tiene mucha mala hostia; queríamos sorprender al oyente que solo nos conociera por el nombre.
Nos dices que sóis un grupo que tiene mucha mala hostia, y es algo que habéis reflejado en la portada del disco…
Lo de la portada era algo casi obligado. Teníamos claro que tenía que ser contundente, y pensamos que utilizar una portada más buenrollista y colorida, en sintonía con el nombre del grupo, quizás confundiría demasiado a la gente. Quizás pueda parecer algo obvia, pero, aunque es en cierto modo definitoria, el grupo va mucho más allá de un simple puñetazo; nuestra inspiración artística es mucho mayor que el ser contundentes, pero creíamos que era necesario hacer algo así.
Pero, en Nihil Obstat, vuestro primer álbum, hay letras muy contundentes que, metafóricamente, podrían ser un puñetazo…
Sí, y en realidad, trata un poco de expresar eso. Tanto las letras como la música son algo muy reflexionado y trabajado, tanto en el concepto como en la materialización, y en ese sentido, la portada funciona muy bien, pero como decía antes, creo que el grupo va más allá de la simple contundencia.
Hablando de vuestras letras, ‘La Soga Umbilical’ y ‘Los Economistas’ son canciones muy reivindicativas que incluso podrían servir de banda sonora del movimiento del #15m…
Sí, últimamente nos lo vienen diciendo bastante, que hemos sido un poco visionarios en ese sentido. No somos un grupo panfletario, y en ese sentido coincido con el movimiento actual. Nunca hemos tratado de convencer a la gente de nada, simplemente hemos plasmado a modo de letras y canciones nuestras reflexiones y las cosas que nos mosqueaban. No tratamos de influir a la gente, expresamos cosas que nos salen de una manera natural.
Como ciudadanos, con espíritu crítico, os sale esta necesidad de expresarlo…
Sí, hablamos mucho entre nosotros de política, y entre nosotros tres no tenemos una idea única: somos personas diferentes que coincidimos en ese cierto mosqueo gordo, en cómo vemos el panorama actual. Creo que, hoy por hoy, nuestras letras las podría haber escrito cualquiera. En este momento, parece que mucha gente piensa como nosotros, aunque en el momento en que las hicimos, tampoco creíamos que seríamos tantos. aunque teníamos muy claro lo que pensábamos.
Visto lo visto, ¿creéis, hoy por hoy, que el pueblo le sigue “haciendo caso a los idiotas”?
Parece que, de unos días para aquí, la cosa ha cambiado mucho. Sin embargo, al lado de los millones de personas que llevan puesta la camiseta de un partido y los apoyan a pies juntillas hagan lo que hagan, aunque tengan las manos manchadas, creo que sí, que la gente hace mucho caso a los idiotas. Sin embargo, el enfado ha llevado a muchos a la desidia, y a otros a algo mucho más positivo, tratar de luchar contra las cosas que están mal. No debería ser tan heróico, sino lo natural: todos deberíamos controlar los poderes de los que, al fin y al cabo, depende una gran parte de nuestras vidas.
Volviendo a Nihil Obstat, que en latín significa “si nada lo impide”. ¿Si nada impide el qué?
El título del álbum hace referencia a nuestra manera de trabajar. Nihil Obstat es, literalmente, “si nada lo impide, pero también recuerda a una de las épocas más rancias de este país; era el visto bueno de la iglesia para que una publicación u obra de arte viera la luz, y de alguna manera hacía mención a nuestra autocensura: lo que ha llegado a materializarse de todo el largo trabajo, del que hemos descartado por lo menos treinta canciones. Al mismo tiempo hacía referencia al contenido político del disco y a la libertad de expresión.
¿Os ha costado romper con la religión, imperante en gran parte de vuestra tierra, y criticarla abiertamente?
Con toda la mala hostia he de decir que, gracias a dios, no nos ha costado nada. Cuando más te tratan de decir qué es lo que tienes que hacer, o que hay un pensamiento único es cuando más ganas te dan de rebelarte. Ha sido casi una necesidad.
Hablando de necesidades, ¿hacéis música por gusto o necesidad?
Es más una necesidad que otra cosa. Llevamos mucho tiempo haciendo música y es algo bastante obsesivo, una pasión que muchas veces da quebraderos de cabeza. Nosotros nos consideramos ambiciosos artísticamente, creemos en lo que hacemos y si lo hacemos bien, creemos que es la mejor manera de algún día poder comer de ello. Aunque digamos que no nos importa demasiado, sería un poco ingenuo e incluso hipócrita decir que nos de igual; dedicarse a su pasión debería ser el objetivo de cualquier persona. Tenemos muy claro, eso sí, que no estamos dispuestos a sacrificar nuestras ambiciones artísticas por ambiciones económicas.
Vuestra discográfica, Matapadre, no es una multinacional, pero ¿firmaríais con alguna si tuvierais la oportunidad? ¿Bajo que condiciones lo haríais? ¿Qué cartas pondríais sobre la mesa?
No es algo que nos planteemos al día de hoy. Estamos muy contentos donde estamos, y no vemos que nos falten los medios: parece que el disco está teniendo una buena difusión. El fichar por una multinacional te puede dar básicamente eso: una gran difusión, pero también interfieren mucho en labores artísticas. Si el fichar por una multinacional significa que nos vayan a manipular, no lo haremos nunca; si se respeta nuestro trabajo, los medios bienvenidos sean. Podríamos estar haciendo música y no enseñársela a nadie, pero creemos que cuanta más difusión tenga es mejor; es algo humano el que te guste que los demás aprecien tu trabajo. ¿Fichar por una multinacional? Podría ser, siempre que las reglas del juego las marquemos nosotros.
¿Qué valoraríais más, tener repercusión internacional o ser profetas en vuestra tierra?
No pensamos demasiado en eso, quizás el grupo no está en ese momento. Nos honra mucho saber que nos escuchan fuera, pero el sentirnos valorados por la gente que más nos puede entender también es algo muy importante; después de todo, estamos condicionados por las mismas cosas, tenemos valores similares que la gente más cercana a nosotros, por lo que quizás nos pueden llegar a entender mejor. De todas formas, el grupo no tiene techo en ese sentido, iremos a tocar a donde nos quieran, nos da igual que sea Marte que Santiago.
Triángulo de Amor Bizarro, en cierta forma, han allanado el camino para la popularización del noise hecho en Galicia. El surgimiento de todos estos grupos, vosotros incluidos, ¿ha sido coincidencia o hay algo más?
Es cierto que en Galicia hay una escena bastante inquieta, y el ruido está calando bastante hondo en los grupos de aquí, pero no sé hasta qué punto nos ha podido influir; hay muchos grupos que estamos saliendo a la par, casi no hemos tenido la oportunidad de escucharnos los unos a los otros. No es el caso de Triángulo, a quienes conocemos personalmente y admiramos mucho, y a quienes sí habíamos escuchado. Quizás ellos sí fueron como un primer embajador. A nivel musical, tenemos una gran afinidad, aunque no sé hasta qué punto ellos han influido en nosotros.
¿De qué grupo nacional sacáis más influencias, aunque éstas no sean tan evidentes?
Hay grupos que nos han gustado siempre; hace muchos años escuchábamos a Los Planetas y significaron mucho para nosotros. Hoy por hoy, hay varios grupos que nos pueden interesar, como Lüger, EdredóN, La Débil, con quienes nos sentimos afines; creo que la escena es muy interesante, aunque veo un poco más dormido al público. En Galicia están llenando los mismos que hace diez años, y grupos que hacen cosas realmente interesante tienen que ver sus salas vacías, y es algo muy triste, hay muchos grupos que merecen más atención.
Me dices que en Galicia llenan siempre los mismos, y el 981 Festival ha dejado de celebrarse porque, según la organización, se ha desvirtuado la escena. ¿Hasta qué punto estáis de acuerdo con esto?
No sé exactamente a qué se refieren y no me gustaría equivocarme a la hora de hablar sobre este caso concreto, pero creo que hay muy poca hambre de cosas nuevas, y en general, el público está muy acomodado en lo que ya conoce. Vivimos en una época en la que la industria está un poco perdida, y no sé si es un problema de difusión de nuevas propuestas o el público está verdaderamente dormido en propuestas caducas.
No puedo dejar de preguntaros sobre los modelos de distribución actuales de música: cada vez hay más, pero la gente no parece dispuesta a pagar por la música que consume, por muy poco que sea, pero también hay grupos con un público fiel…
Esto es algo que ha pasado toda la vida en el hardcore: NOFX en Madrid no pegan un cartel y llenan La Riviera. Y los veo con cierta envidia, ya que es una escena que, con cero medios, tienen un poder, ya no de convocatoria, sino de ilusionar a la gente de una manera muy independiente que es muy respetable. El resto es cuestión de cada grupo; respeto a la gente que quiere regalar su música y a la que la quiere vender. Creo que ahí está el gran problema. Está claro que las discográficas tradicionales no pueden competir con algo que es gratis, y no son ellos los que deciden qué es gratis y qué no lo es, sino un tercero, y eso no es bueno. Es más, es indefendible. Ambas formas me parecen respetables, pero los propios grupos, o la gente que trabaja con ellos, deberían poder decidir si colgar gratis su música les beneficia o, por el contrario, les perjudica. Para mí, la cultura debería ser gratis, pero sus creadores, deberían poder cobrar por ello.
Disco Las Palmeras! ha sido el grupo elegido para representar a España en el Music Alliance Pact del pasado mes de Abril. ¿Qué opináis de esta iniciativa?
Me parece muy bien, dar difusión a bandas emergentes, que quizás necesitan un apoyo, me parece algo muy bueno. A nosotros nos ha venido bastante bien, hemos recibido muchos mails, propuestas para remixes de gente fuera o simplemente palabras de apoyo, que nos llenan mucho. Ha sido algo muy bonito.
No sabíamos que el MAP tenía tanta repercusión…
Sí, recibimos un par de mails de gente que nos quería remezclar canciones, además de felicitaciones a través de redes sociales. Supongo que también está relacionado, ya que nuestro disco sólo ha sido editado en España, pero nos hemos enterado que hemos sonado en Canadá, en la radio de la Universidad de Montreal, así como también en Brasil.
No le quitemos méritos a que este año tocáis en el Primavera Sound, uno de los festivales más importantes de nuestro país, si no el más importante…
Para nosotros es en parte un premio al trabajo que hemos hecho hasta ahora, pero sobre todo es una plataforma, el principio de algo. Es algo fantástico tocar en un cartel de esta relevancia, pero es una plataforma para conseguir cosas aún mayores, llegar a mucha más gente. No es que seamos ambiciosos, como he dicho antes, sino que no tenemos límites, eso sí, siempre haciendo las cosas como creemos que debemos hacerlas.