Catpeople – Love Battle
Tachar de oportunistas a Catpeople sería reducir a la banda al mínimo común en un acto de absoluta perfidia. Pero tampoco hay que engañarse, y no es que sean los primeros ni los últimos que se han cambiado la vieja chaqueta ya desgastada para adherirse a la moda imperante. Carpe diem musical. En su anterior y exitoso What’s the time Mr. Wolf? coqueteaban con el pop-rock inglés de estilo Interpol o Editors y a día de hoy este tipo de bandas están más out que la propia NME (lo que ya es decir). Para este último Love Battle se han pasado a los aires africanistas al más puro estilo Vampire Weekend (de los que por cierto ya versionaron ‘Cape code kwassa kwassa’ hace un par de años). Más de una vez rozan el plagio, pero viviendo en la era del reciclaje, a quién le importa. Y aún así, este disco tiene más personalidad que anteriores trabajos.
‘Sorry’, primer tema que nos dieron a conocer, ejerce de excelente carta de presentación para lo que nos encontraremos en los siguentes nueve cortes: menos eléctricas, más teclados o percusiones de corte étnico. La rabia del anterior álbum queda relegada por cierto aura de buen rollo, como en ‘Rana’, corte dos, donde escuchamos unos ‘ooooooe’ muy castizos que nos provocan ligera vergüenza pero que no empañan lo que al final es un buen tema. ‘Fat rat’ comienza como un tema más de pop-rock convencional para embarcarse en las aguas en las que flota la mayoría del álbum. Es como una especie de transición entre lo que eran y lo que son. O un guiño para atestiguar que no olvidan su pasado.
Los primeros tres minutos de ‘Safari’ no aportan en demasía salvo con el juguetón sintetizador, para finalmente convencen con un alocado conglomerado musical que lo cierra con acierto. El tema que da nombre al disco es de lo más pegadizo del mismo, muy luminoso y entre lo mejor que han compuesto. ‘Secret life’ y ‘Fishes with big mouth’ recalcan los momentos más relajados en los que también salen victoriosos y que nos recuerdan que no son sólo una banda para dar botar y desfasar.
En algún momento se les nota un tanto forzados en su nuevo papel, aunque ni mucho menos al nivel de lo que ya conocíamos de ellos. Siguen las tendencias actuales, pero tampoco intentan formar parte cueste lo que cueste de alguna corriente, sino que van un poco a su aire, ganando en presencia y estilo propio. No cuentan con la frescura de otras bandas coetáneas, pero Love Battle, y es lo que importa, engancha y nunca desde el recurso excesivamente fácil. Este verano han tocado y lo siguen haciendo en bastantes festivales, y la próxima semana les veremos en el Sonorama, donde musikorner estará. Esperamos, como poco, un directo saleroso y divertido, a la altura de este notable trabajo.
Puntuación: 7,5/10 | Escúchalo: spotify
jarto