Arctic Monkeys – Suck it and See
Arctic Monkeys es uno de esos grupos con los que he tenido una relación de amor-odio. Todo se remonta a 2006, cuando todas las revistas hablaban maravillas de su disco debut Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not, y decidí darle una oportunidad a los adolescentes de Sheffield. Al año siguiente, ya promocionando su segundo y anticipado disco Favourite Worst Nightmare tuve la oportunidad de verles en directo en Benicàssim. Un directo sosísimo y con un Alex Turner que parecía más que hastiado hizo que perdiera un poco el interés por el grupo. Hasta la llegada de Humbug (2009), que supuso un cambio radical en la dirección musical del grupo, y me hizo recuperar la fe perdida.
Un par de años después, dos singles precedieron el lanzamiento Suck It and See, ‘Brick by Brick’ (con el batería del grupo, Matt Helders a la voz) y ‘Don’t Sit Down ‘Cause I’ve Moved Your Chair’. Ambos vaticinaban que Suck it and See seguiría en la línea de su predecesor, alejándose más del estilo frenético que caracterizaba sus comienzos. Y así es.
El cuarto disco de estudio de la banda arranca con ‘She’s thunderstorms’ siguiendo la evolución natural de Humbug: Distorsiones combinadas con líneas de bajo contundentes que marcan la solidez del ritmo, como viene siendo habitual en los Arctic.
En ‘All my stunts’ queda patente que Alex Turner ha avanzado como vocalista, llegando a sonar a ratos como el Morrissey de los noventa, sobre todo en ‘The Hellcat Spangled Shalalala’ (que es el tercer y hasta ahora último single del álbum). Mientras tanto, ‘Love is like a Laserquest’ nos habla de forma amarga sobre una ruptura, y frases como “when I’m not honest, I pretend you were just some lover” impiden que caiga en el olvido al estar rodeada de varios temas superiores musicalmente hablando.
El tema ‘Piledriver Waltz’ apareció hace unos meses, en una versión más acústica, en la banda sonora que compuso Alex Turner para la película Submarine, aún sin fecha de estreno en España. Al igual que ‘Reckless Serenade’, desentona un poco con la tónica general con influencias post-punk y hard rock que caracterizan al disco. En Suck It and See se aprecian influencias del proyecto paralelo de Alex Turner con Miles Kane, The Last Shadow Puppets, con un tono vintage. Pero, en general, es un corte poco convincente y que deja más bien indiferente.
Varios años de experiencia y mucho rodaje en los escenarios han hecho que aquellos imberbes adolescentes que en su momento tocaban en salas donde ellos mismo no podían asistir como público por su corta edad se ganen a pulso un nombre entre los grandes del rock británico. Arctic Monkeys se dirigen hacia un sonido más pesado y melódico, pero algo queda de la época del ‘When the sun goes down’, y se puede apreciar claramente en ‘Library Pictures’, con sus de punteos de guitarra rockeros con distorsión cargada y un estribillo que estalla en un ritmo frenético.
Madurez musical, letras más elaboradas y hasta íntimas, y esa sensación de que Arctic Monkeys tienen la capacidad de conseguir algo grandioso con el tiempo hacen que Suck It and See sea un disco muy pulido y al que cualquier melómano le debe, por lo menos, un par de escuchas.
Puntuación: 8/10 | Escúchalo: Spotify
Mar Bells