Paredes de Coura 2011: Viernes
The Joy Formidable inauguró nuestra tercera jornada del festival a golpe de shoegaze épico y grandilocuente. Su cantante y guitarrista Ritzy Bryan enloquecía y realizada extrañas muestras de esfuerzo en un intento de mostrar entrega. No era necesario, cuando sus composiciones crecían en derroche de riffs efervescentes, cuando ‘The Magnifying Glass’ o ‘Whirring’ evocaban a melodías rompestadios. Sólo han de demostrar que su largo recorrido en los escenarios previos a su debut aciertan en el desarrollo adecuado en el que germinar toda su eclosión de sonidos. Le Butcherettes habían comenzado en lo últimos acordes de los galeses. El trío mejicano hizo alarde de espéctaculo, alternando sus alegatos de rock sucio y aires garajeros con diversas peripecias de sus componentes. No fue ni una ni dos veces, las que su cantante se lanzó desde la batería al suelo del escenario, para luego rodar. Sobreexcitados para una hora no favorecedora fueron una de las grandes sorpresas de la jornada. Descansamos en el césped durante And You Will Know Us by the Trail of Dead, para ir a los sustitutos de Jamaica, Summer Camp. Con un debut a las puertas de ser publicado, insertaron un componente adicional como batería. La candidez de Young no se reflejó en su actuación, profundizando más en su vertiente electrónica, con diversas cajas de ritmos, como denota los primeros trazos filtrados de su esperado debut. No encandiló, pero fue muy entretenido su directo.
La propuesta de Battles auguraba ser todo un acierto, su refugio sinfónico de ritmo rock enfrentando guitarra y bajo. En sus intervenciones vocales, para evitar la sensación de enlatado, fueron proyectadas imágenes de sus intérpretes simultáneamente. Cohesionado y enrabiadamente adictivo, su concierto se nos hizo demasiado corto. Deerhunter no terminó de lograr lanzar su propuesta. Sonidos monótonos, guitarras que no despegaban, Bradford Cox sin tomar las rindas de su puesta en escena, fueron deambulando sus celebrados singles y todo se perdió en una nebulosa de cotidiana anodina. A continuación, Kings Of Convenience aparecieron en el escenario principal y muchos fuimos lo que no entendimos su programación a las 23.30. Su discurso intimista tomaba forma y levitaba en ciertos momentos, pero su propuesta tan desnuda no motivaba a la agitación, lo que ocasionó un rumor de conversaciones en el auditorio. Poco después, y en medio de una vorágine gayer, Marina & The Diamonds levantó las alas y las primeras filas se transformaron en una gran fiesta, aunque el público mayoritario huyó por la sensación de no comprender que Marina cerrase el Palco Ritek. Nosotros disfrutamos como enanos antes los gorgoritos de la cantante griega, que bailaba sin perder su chorro de voz. Estrenó ‘Radiactive’, en versión menos euro-dance y ‘Are You Satisfied?’, ‘Obsessions’, y ‘Oh No!’ resultaron toralmente apoteósicas.
Nos escapamos en las últimas notas para poder coger posiciones en Metronomy. Con visuales de caricaturas de los componentes y ataviados con una luz en el pecho cual guisiluces, la formación inglesa transpiraba diversión y supieron cohesionar su total discografía, sin sonar forzado, contentando a sus fans. Mixhell cerró esta edición. Caracterizados por utilizar un dj set con batería en vivo, amigos íntimos de Soulwax, en esta ocasión las dotes percusivas fueron más anecdóticas y su sesión no terminó de cuajar en contudencia.
Tito Manu