Paredes de Coura 2011: Sábado
El último día de la cita festivalera se caracterizaba por el uso de la fuerza de cuerdas como hilo argumental de la velada. Entramos directamente para observar a Kurt Vile, sin poder ver a Linda Martini, una de las grandes revelaciones a nivel portugués. Combinando canciones de sus dos trabajos, el cantautor de Filadelfia transforma su folk grueso y rugoso, en un radiante cuarteto de shoegaze aterciopelado, intenso y vibrante, donde sus composiciones eran paulatinamente decantadas a ruido lento y equilibrado.
La cancelación de Foster The People dio la oportunidad de ser confirmada Maika Makovski. Sus comentarios jocosos sobre su aparición en el escenario en lugar del hype americano no terminaron de agradar a un público que le pilló por sorpresa su intervención, siendo las primeras filas protagonizadas por público español. El halo a PJ Harvey era inmediato, pero su voz tiene personalidad suficiente como para convencer en un repertorio humilde de rock bien intencionado y sólido, que dejó grandes momentos, cuando no se dedicaba a especular sobre la poca atención del espectador natal. Abandonamos la actuación española, para ir al concierto de Viva Brother, la nueva banda británica nutrida de la esencia del indie pop. Sin ápice de novedad, sus composiciones transmitían humildad y sencillez y sus componentes transpiraban diversión y convirtieron su directo en una experiencia entrañable. Entre amenidad y cariño, fuimos al concierto de Two Door Cinema Club. Tourist History es un álbum carne de concierto y en aquél auditorio natural quedaba fabulosamente grandilocuente. No obstante, ver que sus nuevas composiciones, podrían ser descartes de su debut y que de corrido, las pulsaciones electrónicas eran las que marcan el elemento diferenciador, se nos hizo algo monótono, a pesar del esfuerzo de la banda por hacernos saltar. Y de plato más popular, pasamos a uno de tamiz más abrupto y pantanoso, con la actuación de No Age. La sensación de cierto punto de decepción era inevitable, cuando la voz de Dean A. Spunt era apantallada en brumas de ruido enérgicas, una suciedad que en su formato LP era limpiada y tratada. Fue escuchar ‘Teen Creps’ y ver como no conseguía hacernos enloquecer, cuando ya supe que una cerveza sería lo mejor a realizar. Una pena porque era de nuestras bandas preferidas de la jornada.
Mogwai demostró tener muchísimos seguidores entre la afición portuguesa, con cientos de camisetas custodiadas por el nombre de la formación musical. Comenzaron con su vertiente más post-rock, causando el sentimiento de que su propuesta no fuese adecuada para tan tarde. Sin embargo, empezaron a levantar vuelos, a brotar toda su esencia psicodélica con coqueteos electrónicos junto con unas visuales efectivas, para ratificarnos que su directo es siempre aval de acierto. Y llegó el plato fuerte, la banda por la que un servidor fue al festival, Death From About 1979, de cuyas siglas nace el conocido sello de James Murphy. Esta reunión tuvo su origen en el Coachella 2011 y apenas ha tenido cabida en los festivales europeos. Sample a Crystal Castles incluido, el dúo canadiense hizo alarde de contundencia y vitalidad, demostrando auténtica fuerza a base de bajo, batería y en ocasiones, un sintetizador. La voz imparable de Grainger explotaba en los oídos, pura dinámica en medio de un público totalmente entregado a la causa, y fue el perfecto cierre para nuestra última noche en un festival de valor en alza.
Tito Manu