St. Vincent – Strange Mercy

Annie Clark es una de esas artistas indies que rozan con delicadeza la frontera del pop correcto y la sutil experimentación o novedad que intenta impregnar en sus trabajos. Parte de culpa tiene los colaboradores con los que se rodea. Para este tercer trabajo St. Vincent se ha hecho rodear de artistas pop contemporaneos con una mirada de soslayo al pop clásico, como McKenzie Smith de Midlake, Phil Palazzolo, habitual en los discos de Okkervil River o Daniel Hart de The Polyphonic Spree. Unas aportaciones de pop clásico que podíamos definirlas como especial trato a la melodía, a la intensidad vocal y a su especial fijación -aunque fluye de manera natural- a la emoción directa al público.

La novedad que se presentaba para este nuevo era trabajo era la especial afición de Annie Clark para manipular la guitarra eléctrica para terrenos más guitar hero o para preparar paletas de sonidos que enriquecen y ofrecen texturas insospechadas como en Nothern Ligths, Chloe in the Afternoon o  Neutered Fruit; discretas inserciones o épicos riffs que realmente elevan los temas a otras categorías de indie rock. Si esto lo mezclamos con su dulce voz, obtenemos una endiablada mezcla de dulzura e intensidad. Otra característica marca de la casa, son las sabias elecciones a la hora de realizar arreglos o insertar sonidos que alegren los oidos de un aficionado al indie menos clásico. Así la citada Chloe in the afternoon varía electrónicamente sus bases e introduce cambios vocales para enrarecer el asunto. Cruel es sin duda pura St. Vincent, un pop bailable, accesible, con una amalgaba de estimulos que van de los violines cinematográficos a, otra vez más, una guitarra eléctrica desgarrada insertada en la dulce voz de Annie cantando a los cuatro vientos «cruuuel!». Surgeon es otro de esos fantásticos temas pop con diferentes instrumentos perfectamente elegidos y  ensamblados, que van del sintetizador a la guitarra eléctrica que te permiten salirte de la tangente del ‘aburrido’ pop. Strange Mercy baja las revoluciones para encontrarnos con una Annie Clark más comprometida con el medio tiempo, no sin hacer una revisión de las aportaciones de mini moog y sintes. Dilettante también comparte ese rasgo de «Strange Mercy» a lo medio tiempo y no deja de ser una buena versión y recopilación de su filosofía del disco: la inserción otros instrumentos como violines, sintetizadores, clavinete, saxo o piano eléctrico mezclado con arreglos precisos y preciosos para aportarnos riqueza a nuestros oidos.

Con este tercer larga duración St. Vincent se ha consolidado como una de las compositoras pop más solidas de la última década. Más allá de sus fantásticos singles, cada tema rezuma un estilo y una filosofía propia basada en la constante evolución y la búsqueda de retos musicales, que a veces, son tan sutiles y exquisitos que pueden pasar desapercibidos. Un fino trabajo de indie rock que endiabla sus dulces rasgos faciales.

Puntuación: 7 / 10

Cicuéndez

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