Coldplay – Mylo Xyloto
El disco que todo el mundo espera destruir o alabar. El disco que aportaría algo de dignidad al mainstream en un 2011 donde la calidad ha sido la excepción. El disco post asentamiento definitivo de Coldplay después del un monster hit como Viva la vida. Se le podría aplicar tanto hype a un trabajo que definitivamente no lo cumple; aunque tampoco es que lo necesite: Mylo Xyloto no tiene que dar explicaciones a nadie. Hay tanta parafernalia tanto negativa como positiva alrededor de cualquier álbum de la banda que es complicado enfrentarse al mismo como obra independiente.
De primeras dudamos que el disco contenga algún clásico como los que ya todos conocemos (salvo growers de última hora), por lo que más de uno se sentirá decepcionado. Tampoco hay que desesperar, ya que nos encontramos con un equilibrio de canciones muy ajustado que conforman catorce cortes bastante entretenidos con highligths interesantes y algún momento de relleno. Hurts like heaven abre el álbum, después de la introducción homónima, con el desparpajo de los Arcade Fire más enérgicos, los de Keep the car running (desde Viva la Vida se puede atestiguar la influencia de los canadienses). El ritmo de la noche de Every teardrop is a waterfall se acaba convirtiendo en el himno buenrollista del disco y los que criticaban la inclusión del sample deberían irse a freír monas.
Paradise termina convenciendo con bien de oh-ohs aunque la letra peque de un tanto cursi; y Major minus, que también conocíamos, acierta en empotrar con soltura estilo yankee (ese comienzo) y británico (el resto). El esperado dúo con Rihanna, Princess of China, destaca por una buena interpretación de la barbadense (y pensar lo plana que era antaño) empleando una producción electrónica de sintes abrasadores que se entremezclan con arreglos de corte oriental. Up in the flames y su estribillo en falsete toca nuestro frío corazón en un ejercicio de sencillez lírica y melódica que encandila. El resto de temas no matan, aunque tampoco lastran el conjunto (al álbum no pasa de los 45 minutos).
Parece que no, pero al final el disco aguanta el tirón y les reafirma como lo que son: una buena y eficiente banda de estadio. Hay que asumir esta condición, ya que se trata del problema de más de uno para poder disfrutar aunque sea de pasada de su música. Hombre, si el tema mecheros (ahora móviles) te provoca un repelús incontrolable tampoco hace falta forzar la máquina. Si respetas los buenos tiempos de U2 puede que Mylo Xyloto hasta te agrade. Si no tienes prejuicio alguno, adelante.
Puntuación: 6,75/10
jarto