Rihanna – Talk That Talk
Por x o por y es muy complicado dejar de hablar de Rihanna. Colaboraciones a tutiplén, disco por año, singles y clips a cascoporro. La maquinaría Rihanna no deja un minuto de respiro, y a pesar de todo nunca satura como Lady Gaga. Gusta a público comercial como a cierto sector indie (en Pitchfork la adoran) y aunque muchos de sus singles no convenzan de primeras, nos acaba comprando por una razón u otra. Fue la primera en abrir la veda del dance-pop en Estados Unidos, y una canción tan europea como We found love ha sido capaz de encasquetarla en el número uno. Rihanna ha llegado a tal estatus que puede hacer lo que le dé la gana. Los álbumes son tema aparte.
Se desconoce que sucederá con Talk That Talk, pero el número uno del Billboard siempre se le resiste porque al fin y al cabo es una artista de singles. Eso no quiere decir que no tenga un par de discos muy notables, pero al final el público va a lo que va. Aun así la chica vende, aunque no al nivel esperado si se compara con la cantidad de monster hits que tiene en su haber. En realidad todo esto no importa lo más mínimo, pero sí que puede afectar en el resultado final de un álbum si lo único que se busca son los tres singles de pegada y el resto dejarlo en manos de la mediocridad. Loud pecaba un poco de esto y Talk That Talk tampoco es que sea un Good Girl Gone Bad.
De primeras We found love, aunque nos haya conquistado (gracias al vídeo sobre todo) es un ejercicio de zapatillismo y extrarradio un tanto chusco, pero a la hora de la verdad pocos pueden resistirse al concepto ‘drama sobre la pista de baile’, aunque a Calvin se le haya ido la mano con el bakalao. Where have you been sigue la vertiente de este tema aunque más chandalero si cabe, con arreglos más propios a los últimos Black Eyed Peas. El urban recae en Talk That Talk, tema pegadizo con una producción demasiado pasada de fecha. La estridencia de Cockiness (love it) podría ser adictiva pero al final se queda a medio gas. You da one es el típico homenaje de Rihanna a sus raíces que terminará agotando, pero por ahora convence por su constante repetición melódica. El sample de The xx en Drunk on love eleva el tema hasta lo más destacado del álbum, con un tono descarnado en la interpretación que también ayuda. Roc me out entretiene pero no aporta nada del otro mundo y Watch and learn es como volver al r’n’b más anodino de principios de la década pasada. Farewell es la balada rockera del disco, tan predecible como disfrutable; We all want love también está en la onda, pero sin tanto drama y grandilocuencia.
Como Loud, Talk That Talk es un disco majo pero sin excesos, ideal para pasar el rato; eso sí, sin el concepto de Rated R ni los hits de Good Girl Gone Bad. Al puntuar a su predecesor pensé que quizás con el tiempo merecería más nota, y es verdad que hubo temas que acabaron motivándome más, pero a día de hoy no le subiría más de cinco décimas, y creo que con éste me sucederá lo mismo, al contrario que con Rated R, que ganó enteros con el tiempo. Rihanna, guapa, descansa un poco y espera un par de años hasta lanzar el siguiente álbum.
Puntuación: 5,5/10 | Escúchalo: Spotify
jarto