Las ideologías y la música: una relación complicada

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El PP ha arrasado y próximamente sabremos si podrán sacar a flote la economía española o si acabaremos como Grecia. Entre las preguntas que nos hacemos se encuentra qué sucederá con la cultura española, y más especificamente con la música. Rajoy no apoya el canon, la ley Sinde a medias y aboga por el mantenimiento del Ministerio de Cultura. Podía ser peor, pero a saber que nos encontraremos dentro de un tiempo y sí seguiremos anonadados por las paradojas ideológicas de nuestros artistas, gobiernos, empresas y consumidores, especialmente en en el terreno musical.

Los 40 Principales marcan la moda musical comercial entre la mayor parte del público. Ellos deciden lo que suena y lo que no, y ‘gracias’ a ellos estamos sumidos en agujero negro cultural en este ámbito del que resulta complicado salir, pero no caer más bajo. Prisa es un conglomerado empresarial de izquierdas, y supuestamente la izquierda siempre se ha preocupado más de la cultura que la derecha. Por supuesto, en teoría, la práctica es tema aparte. Lo que pinchan suele ser lo más bajo del pop comercial internacional y nacional (sobre todo nacional), salvo excepciones, por lo que la teoría se va al traste (tampoco es que haya descubierto América). Los consumidores que más atienden los gustos de la emisora son la derecha, porque, seamos realistas, por mucho que Russian Red se declare conservadora, no es la derecha la que la alza a los primeros puestos de ventas. Sí, suena esnob, pero el nivel cultural de la derecha suele estar por debajo del de la izquierda. La experiencia vital me lo ha enseñado.

Entonces, ¿la izquierda (mal)nutre musicalmente a la derecha? Así es, y los artistas, también de izquierdas, se unen al juego. Evidentemente estoy simplificando posturas, porque ya conocemos las actitudes de ‘izquierdas’ que llevan algunos e incluso personajes de pasado rojo que reclaman cánones de todo menos socialistas. Las dos Españas es una de las mayores mentiras de nuestra historia, al menos más allá del pueblo llano, porque al final se acaban entremezclando sin ton ni son y sin tener en cuenta ideología alguna. Es el mundo posmoderno que nos ha tocado vivir, donde la incongruencia está a la orden del día por falta de principios y muchas, muchas ganas de pasta.

Lo que aún no tiene una explicación del todo clara es porque Prisa se centra más en un público que mira hacia la derecha, porque el resto de el resto de entes al fin y al cabo se guían 100% por la lógica económica. Puede que Prisa también, porque España es un país más conservador de lo que creíamos y tras años de estudios y encuestas se han decantado por el mercado que más beneficios les trae, al que se le une a una parte de la izquierda que también consume esta música. Porque al revés va a ser que no: hay un tanto por ciento bastante más bajo de la derecha que escogerían una radio de mayor calidad (pongamos 20/80), mientras que la izquierda está más nivelada (40/60), por lo que si hacemos una simple suma merece más la pena poner a Guetta que a R.E.M.

jarto

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