Top 10: lagrimas sobre la pista de baile (I)

Hay ciertos temas, pocos, que invitan a derramar lágrimas mientras uno se retuerce en la discoteca. Generalmente las canciones más lloronas se asocian a baladas o medios tiempos, pero la mayor grandeza radica en condensar este concepto con la pista de baile. Es complicado, muy pocos lo consiguen, pero siempre se pueden encontrar ejemplos. La perfecta conjunción entre danzar y ojos inundados. Suelen tratarse de temas más bien dramáticos, pero siempre se pueden encontrar experiencias llenas de alegría y júbilo. Y si tenemos la suerte de vivir ciertos acontecimientos acompañados por alguno de los temas de este top, agradéceselo a Dios. O al dj.

10. The Sound of Arrows – Wonders

Esta canción ya protagonizó un Hit & Dance y sin duda se trata de uno de los highlights del año. Sus aires de melancolía casan con el recuerdo de un amor perdido y esas pequeñas gotas de esperanza inocente que siempre prevalecen. La ambientación etérea y la melodía alcanzan cotas de emotividad pocas veces vividas sobre el dancefloor. Ideal para: encontrarnos a un antiguo novio/a, charlar un rato rememorando viejos tiempos y despedirnos de manera amistosa, hasta cariñosa; a continuación cerrar los ojos justo después de que una lagrima de añoranza recorra nuestra mejilla, sin olvidar una media sonrisa.  Y nunca dejar de bailar.

9. Lady Gaga – Dance in the dark

Este single simbólico para los fans de Gaga (¿a quién se le ocurrió no publicarlo comercialmente?) es un auténtico rompepistas que retrata el tipo de relaciones en las que la descompensación de poder es máxima. Él la trata como una mierda, cree que es retrasada, ella se avergüenza, su autoestima está minada, y ni es capaz de bailar en la disco si él está mirando. Y es ahí donde se siente ella misma. Ideal para: lágrimas entre la vergüenza y frustración de estar con alguien que no nos merece (y que además se descojona de la manera en que nos movemos). Y nunca dejar de bailar. PD: el vídeo evidentemente no es el original, pero puliendo ciertos detalles podría ser un digno clip en la carrera de Gaga (mejor que The edge of glory es).

8. Cut Copy – Need you know

Un in crescendo de seis minutos y pico destinado para acabar con los brazos apuntando al cielo. El mundo se mueve rápido, yo me muevo rápido, todos nos movemos rápido, pero al final necesitamos alguien que nos aporte cobijo y sosiego para poder continuar el frenético ritmo de una vida tan leve y volátil. Ideal para: estar hasta arriba de todo, plantearnos que la vida no nos está llevando a ningún lado y pedirle a esa persona que te lleve a casa y descansar. Y nunca dejar de bailar (o al menos desde la pista hasta la salida).

7. t.A.T.u. – All the things she said

Las relaciones prohibidas siempre han sido un must en el arte desde Romeo y Julieta a Brokeback Mountain. Suelen tratarse de casos extremos que en la realidad no suelen darse de una manera tan dramática, pero siempre se pueden presentar inconvenientes externos que se interpongan en el camino de dos personas que se quieren. Ideal para: llorar de rabia y frustración por no poder estar con él/ella por equis motivos, mientras vemos como él/ella también lo desea… así que toca ir al baño para poder estar a solas, sin nada ni nadie a modo de traba (dos gays en una discoteca tetrapija, por ejemplo). Y nunca dejar de bailar (incluso en el acto).

6. Abba – Dancing Queen 

Aquí no hay drama, todo es felicidad: llorar y sonreír es todo uno. Una de las mejores canciones de la historia (porque sí, porque es así, y punto) te hace sentir joven, inmaculado, como si todo fuese nuevo como la primera vez; la gente te mira, te aplaude. Una oda a la juventud eterna. La chica de la canción es un poco guarrilla también (‘les calientas y luego te vas’), pero es que al final la pista es la que manda y hay que bailar y bailar. Y aunque el tema no sea el más movido del mundo, si llevan décadas pinchándolo será por algo. Ideal para: la primera vez que vamos a una discoteca (o la primera vez en mucho tiempo) y que se alineen los astros para que todo sea maravilloso y perfecto. Y nunca dejar de bailar.

jarto