Bigger than life: Fiona Apple – Criminal
Fiona Apple vuelve al estudio. Con sólo tres álbumes en dieciséis años, la noticia ha caído como una bomba para los fans de una artista tan escasamente prolífica como asentada. Pocos pueden decir lo mismo (es la Terrence Malick de la música). Celebramos su regreso con este Bigger than life, y algunos se preguntarán porqué. De primeras formó parte de una generación de mujeres que a mediados de los noventa asaltaron las listas, de las que muchas se quedaron en el camino. Desde ejemplos descaradamente comerciales aunque notables como Sheryl Crow o Alanis (nos guste o no, Jagged Little Pill marcó a una generación) a otras de corte más alternativo como Tori Amos o Cat Power. Fiona Apple se encuadraría dentro de las segundas, aunque sí que gozó de más popularidad que algunas de ellas.
La delgada chiquilla representaba la reivindicación feminista tan de los noventa que a veces chirriaba (Meredith Brooks), otras divertía pero resultaba vacua (Spice Girls) y en ocasiones se exageraba de manera simbólica (Thelma & Louise). El caso de Fiona se balanceaba entre la sutilidad y la elegancia y la provocación y el descaro, como en Criminal de 1996, su mayor hit hasta la fecha, que tiraba del tópico de la chica mala que se aprovecha de un pobre chico, presentado a modo de confesión. Una melodía magnífica y una producción que a diferencia de otras coetáneas no desentona a día de hoy, se completaba con un vídeo a cargo de los de los mejores representantes del ámbito audiovisual de los noventa: Mark Romanek. En resumen, todo muy icónico de una década que, como todos sabemos, está de moda.
dyorch