¿A qué juega Marina and the Diamonds?

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Hace un par de días se dio a conocer un nuevo tema que formará parte del segundo disco de Marina and the Diamonds, y la verdad, estamos desconcertados. Su debut supuso un soplo de aire fresco pop entre tanta base machacona y sintetizador de barraca, aunque a un nivel más general tampoco aportase en exceso (ya se sabe que en el país de los ciegos el tuerto es el rey).  Un carta de presentación más que disfrutable, con buenas melodías, una producción entre lo orgánico y electrónico, una voz personal y letras que no sólo predicaban el sexo en los baños de la disco la encumbraron como una de las mejores representantes de las popstars de corte indie (donde Robyn es la reina).  Sin embargo a Marina le gusta mucho el petardeo pop, la sobrecarga de sombra de ojos o los photo shoots bien de retoques. Sí, quiere ser una diva pop de las que coronan el Billboard.

El primer disco no tuvo los resultados esperados por la chica, que pretendía petar al menos las listas británicas y se quedó en un quiero y no puedo. En consecuencia la ambición se le ha subido a la cabeza y para Electra’s Heart, aún sin fecha de publicación, contará con la participación de lo más granado y exitoso de la producción contemporánea: Guy Sigsworth, Greg Kurstin, Diplo, Dr Luke y Stargate. ¿Quiere ser Britney? ¿Rihanna? ¿Katy? Aunque lo primero que conocimos, Fear and loathing, distaba de tales ejemplos, en Radioactive se desmarcaba de sus inicios con un corte dance en la onda de Only girl (in the World), que enganchaba pero perdía parte de la esencia (el vídeo amortiguó el impacto con una Marina más Marina). Starring role se trataba de un medio tiempo bastante anodino digno del relleno de un disco de cualquier chica yankee con aspiraciones profundas. Homewreker podría ser de Ke$ha y Primadonna, que por ahora sólo conocemos en directo y que se erige como primer single, tampoco augura lo mejor.

Puede que acabemos enganchándonos al disco, es pronto para anticipar resultados, pero está claro que en vez de embarcarse en una aventura más personal ha preferido dejarse llevar por los focos y fichar a un casting revienta listas. El problema es que Dr Luke regalará sus mejores trabajos a Britney, no a la británica, que se conformará con los restos. ¿No sería mejor entonces decantarse por un sonido menos trillado? La promesa de éxito la ha cegado, y ni está tan buena como Rihanna, ni tiene la excentricidad de Gaga o la presencia de Beyoncé. Cuenta con otras muchas cualidades, pero no tantas para convertirse en la diva que ansía. Marina, asume lo que eres y poténcialo, pero no intentes ser lo que nunca serás.

jarto

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