The Sound of Arrows en Rock Kitchen, Madrid
El jueves la Moby Dick reventó el aforo, por lo que parecía que un segundo concierto en una sala mayor podría correr el riesgo cojear en afluencia de público. No tengo por seguro que llenasen la Rock Kitchen, pero si no lo consiguieron poco les quedó, lo que demuestra que España es uno de los apoyos esenciales para The Sound of Arrows. Pocas bandas indies (por llamarles de alguna manera, porque si el mundo fuese justo dinamitarían las listas) se pueden permitir este lujo gracias a una modesta pero muy fiel cantera de homosex… seguidores (algún novio hetero había). Incluso más de uno y de dos levantaron la mano ante el agradecimiento de Stefan hacia los que habían asistido también el día anterior. Y es que la tardanza en publicar Voyage dejó a muchos en el camino, pero las ganas de nuevo material de otros iba en aumento (como cuando un rollo pasa de ti: psicología de manual).
El caso es que un ambiente ya de por sí festivo daba paso a Stefan y Oskar acompañados de un par de músicos más abrían la veda con Ruins of Rome. Primera decepción: no había visuales. Por lo visto la pantalla donde se podían proyectar (que estaba recogida) se encontraba situada al borde del final del escenario, delante de ellos (¿?), una decisión estructural de la sala con poco o nada de sentido (y sí lo tiene, que me lo expliquen). Y aunque su música es suficiente reclamo, ellos mismos reconocen que su proyecto de basa en un fuerte componente visual, un imaginario estético tan relevante como el sonido. En Moby Dick sí tuvieron la suerte de disfrutarlos. Y no fue el único privilegio del jueves: versionaron Show me heaven de Maria Mckee (tema principal de Días de Trueno con Tom Cruise). Además Stefan le confesó a una amiga que el viernes interpretarían Try sleeping with a broken heart de Alicia Keys, de la que se declara fan. Al final nos quedamos con las ganas. Quizás no tuvieron tiempo para prepararla, pero entonces podrían habernos deleitado con el otro cover. Ambos aspectos nos hicieron sentir algo menos mimados a los que asistimos ayer, pero supieron compensarlo con un buen show efectivo y disfrutable.
No se dejaron ni un tema de Voyage en el tintero, e incluso Disappear, bonus track del disco, tuvo su hueco. Y luego hay formaciones que con un único disco te tocan nueve de doce temas del mismo en un concierto de cuarenta minutos y se quedan más anchos que largos. Un servidor sigue reivindicando el rescate del primer EP, especialmente de la escalofriante A very sad song, pero definitivamente lo han guardado en el baúl de los recuerdos. Por pedir que no quede. Los highlights de la noche fueron el emocional in crescendo de There is still hope, una renovada (para mejor) Nova, la instrumental Lost City, una revisión en clave dance de Into the clouds (aunque me quedo con la original) y la apoteósica y näif M.A.G.I.C. (en la que recordaron su estancia en España en la grabación del vídeo co-producido por The Look Films) enlazada en su final con el famoso piano de I want you back de los Jackson 5 (una pena que Stefan no se arrancase a cantarla).
Un directo lleno de frescura, buen rollo, ilusión, encanto y color (esta vez no literal), que vuelve a confirmar a la banda como grandes artesanos pop, que a pesar de su origen sintético tiene pulso y vida tanto en estudio como en directo. Esperemos que vuelvan pronto, y viendo el gran recibimiento obtenido, seguro que sí.
Como apunte final hay que decir que el equipo de Madrid de nuestra inminente sección de musikorner tv (que anticipamos hace tiempo, pero ya se sabe que las cosas de palacio van despacio) estuvo ahí, y en breve podréis ver y escuchar algunas de las canciones que interpretaron, una entrevista al grupo y mucho más. ¡Estad atentos!
jarto