Festivales con ayuda pública: ¿sí o no?
Ecopop, como otros tantos festivales, ha decidido suspender su edición 2011 por falta de apoyo público. Algunos ya ven la explosión de la burbuja festivalera. Es verdad que durante los últimos años la eclosión de este tipo de eventos ha sido ciertamente impresionante, y no todos pueden sobrevivir ante tanta oferta. Otra cosa es que la cita haya sido un éxito pero que haya otras prioridades en las que invertir. Según el comunicado de la organización ‘otra iniciativa privada con ánimo de lucro ha recibido más del doble de lo solicitado para llevar a cabo Ecopop Arenas 2012, por considerarla “esencial en la fiesta arenense dada su tradición y arraigo“. Una ”fiesta nacional“, que lejos de ser una inversión de futuro sostenible para nuestro pueblo, es, con independencia de otro tipo de valores (que por supuesto respetamos) un gasto para nuestra maltrecha economía’. Como se puede comprobar, los miembros son además residentes del pueblo, que se quejan de la situación del mismo y de la falta de perspectiva de futuro del ayuntamiento.
Leyendo los comentarios de post de la noticia en Jenesaispop, se puede atisbar la opinión de una (espero) pequeña parte de sus lectores, que como recrimina uno de ellos, destilan neoliberalismo por los cuatro costados. Quitando que los artistas no sean del gusto de todos (es verdad que la mayoría de festivales que se basan en producto nacional son como un déjà vu constante), si gente joven supuestamente en otra ‘onda’ y de izquierdas (dato simplista pero absolutamente real) piensa de tal manera, ¿qué se puede esperar de un grupo de políticos? La cultura es un negocio, sí, pero también una obligación social, que completa nuestra educación (que no sólo se imparte en las aulas, como muchos creen) y que no se puede dejar en manos del mercado de manera absoluta. Y si un ayuntamiento invierte en plantar petunias en las rotondas, ¿por qué aportar dinero en un evento que además da dinero e imagen al pueblo?
Hace un par de meses el Primavera Sound hizo público un estudio realizado por una consultora acerca de la repercusión económica del festival para la ciudad, entre otras cosas. Las cifras eran espectaculares, y evidentemente el Ecopop no las va a tener similares, pero es que tampoco Arenas de san Pedro es Barcelona; y resultaba evidente el poderío económico de un acontecimiento de estas características y el beneficio que puede aportar al pueblo o ciudad que lo albergue. Sin embargo la cerrazón mental de muchos no va más allá de ansiar mucha pasta y ansiarla ya. El largo plazo es una utopía y la cultura es para los intelectuales, pensarán. Y luego nos extrañamos de estar a la cola de Europa.
jarto