Crónica del Festival ECO en Madrid

No cabe duda que los fondos públicos más los mejores organizadores pueden dar lugar a un destello de buenos resultados a la hora de elegir las bandas para un festival. El ECO se presentaba primerizo, desnudo y abierto, y por fin una propuesta como es debido de un festival de música electrónica en la capital. Una primera edición para El Matadero de Madrid, un hervidero de propuestas musicales que ya está en el circuito de los mejores organizadores de eventos de España. El cártel, con bastante artista desconocido, dio mucho de sí y con bastantes fluctuaciones de ritmos y emociones en su contenido. Son 3 los escenarios que ocuparon los artistas sin contar con el apoyo de la Cineteca y donde la tercera sala también era lugar para las diversas charlas o lectures donde se debatían temas sobre autoedición, dominio público o paisajes sonoros y net labels.

El viernes 16 fue el día de calentamiento y donde predominó el baile. Los directos de Andy Stott y Rrose nos dieron varios motivos para entregarnos al baile, el uno más enfocado al house y el segundo -ya de noche- nos hizo mirar de nuevo al techno de toda la vida y un tanto oscuro y además apoyado en visuales, cosa que se agradece. Su corta carrera nos hizo sacudir la arena del escenario externo. Fugazmente pudimos ver el directo de Heatsick, quien estará en el Sónar y el Electrónica en abril y Patrice & Friends, auténtico demoledor del house y el drum’n’bass aumentado de revoluciones. Pero sin duda lo mejor del día fue el directo de Old Apparatus, colectivo dedicado al post-dubstep en el concepto que sirve de excusa para realizar un trabajo electrónica accesible, envolvente y preciosista. En el ranking también destacamos a Stellar Om Source con la práctica de un directo cargado de industrial altamente bailable y cálidos beats que se abrían paso en el mundo frío del EBM.

Old Apparatus

El sábado 17 esperábamos ansiosamente los directos del showcase de 100% Silk que comenzaba a las 12 del mediodía, perfecto para las cañas. De día y recién levantados por qué no decir que era un buen plan. Pudimos escuchar al español JMII quien se ha colado en el sello americano, a Fort Rumeau (antiguo colaborador de Rihanna), Octo Octa y Bobby Browser, dedicados a recuperar el sonido house y deep de los 90 con un resultado bastante parecido entre ellos que hizo desmerecer un tanto sus actuaciones. El día deparaba la actuación del también español Kresy y Pyrenees, este último dedicado a recuperar o más bien copiar el house de los 90 y a quien le costó lidiar con los problemas técnicos. Lo mejor del día fue Tevo Howard quien hizo bailar a todos en la sala Red Bull. El olor a comida de la cantina, que es lo que realmente era la sala Red Bull, no nos hizo parar ni un instante ante los ritmos house y post-electro. Mención especial a Hieroglyphic Being por la división de opiones que creó debido a su «intencionada» o no manera de pinchar, digasé, de forma aleatoria, sin mezclar bien, y con sonidos hard-house y acid de oscura procedencia pero que por momentos animaba al personal sobremanera ante la indignación de otros. Lo segundo mejor del día fue la proyección del documental The Ballad of Genesis And Lady Jaye, la historia de Genesis P-Orridge de Psychic TV a través de la banda y a través de la historia de su persona y su pareja a través de la pandrogenia como forma de arte en la que usaban su cuerpo para que, a través de la cirugía estética, ambas encontraran una idéntica apariencia física.

Tevo Howard

El domingo y último día fue el día de la tranquilidad y el sosiego. El performance del español Krapoola Manosligeras animó la primera hora con un actuación en la que lanzaba vinilos, los recogía y repoducía tal cual. Más tarde otro español, esta vez asturiano, se subía al escenario con el nombre de Ulobit para mostrarnos la creación abstracta y electrónca del norte. Su directo atrajo a numerosos curiosos ya que uno de sus miembros tocaba un instrumento bastante raro entre los presentes, se trataba de una zanfona, instrumento del siglo IX. Fabio Orsi y Stephan Mathieu fueron lo mejor del día, gracias al ambient-drone del primero que nos llevó a un punto álgido de la relajación y la meditación con peligro de levitación extrema y el segundo con otro ambient más poliédrico y paisajístico. El final del día y del festival fue a cargo de la banda de música contemporanea A Winged Victory For The Sullen, un cierre de festival fallido en mi opinión ya que su propuesta se basaba en una ejecución de música contemporánea demasiado en desacorde con las demás propuesta y muy lánguida para un final de festival que pedía algo apoteósico más en forma de baile que de violines.

Stephen Mathieu and Caro Mikalef

El primero festival ECO se presentó como buen escaparate de las tendencias actuales, que bien se podría decir están ancladas en épocas pretéricas, como preocupación por el futuro del sonido y su lugar en la política y en el cyberespacio a través de sus lectures y como pequeño escaparate del documental y la performance, pero sobre todo, el ECO fue un festival familiar que hizo encontrarse a la modernidad madrileña en un acogedor entorno.

Lo mejor: la presencia de músicos españoles poco conocidos.

Lo peor: los precios de la comida y los fotógrafos comiendose literalmente a Stephan Mathieu.

Cicuéndez

Fotos: Tito Manu

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