Revindicando… que D. Albarn deje de marear la perdiz
Ya sabemos que Damon Albarn es un culo inquieto, que si no tiene un nuevo proyecto cada dos meses no se queda tranquilo. Si la semana pasada Graham Coxon afirmaba que Blur tienen material inédito entre manos, lo que dejaba la puerta abierta para un inminente regreso de la banda al estudio (aunque no confirmó ni desmintió nada), ahora va Albarn y dice que el futuro de no solo de su banda madre, sino también de Gorillaz, pende de un hilo. Desde su vuelta a los escenarios hace tres años, Blur siguen en el sí pero no, a pesar de que este año parecía el comeback definitivo tras la actuación en los Brit y el esperado concierto de clausura en los Juegos Olímpicos de Londres. La declaración de Coxon parecía tener fundamento, y ahora aparece el aguafiestas de Albarn y lo pone en duda.
La verdad, nos fiamos más de Coxon que de Albarn, especialmente tras el anuncio de la desaparición de Gorillaz después de la excéntrica ópera que protagonizaron la década pasada. Al final nada de nada, gracias a Dios (Plastic Beach era su mejor disco de lejos), pero ya empieza a cansar tantas idas y venidas. No sabemos si se trata de algún truco para no perder nunca la atención de fieles y medios, o, y vamos a ser buenos, se trate de una actitud tan voluble como inconformista. El caso es que no puedes soltar la bomba con cada cambio de opinión cuando al día siguiente das a conocer un tema nuevo o la posibilidad de gira. Ya sabemos que los genios son impredecibles, y Albarn lo ha demostrado con creces, tanto lo de genio como lo de impredecible; pero esto roza la bipolaridad. Damon, cariño, no nos martirices y céntrate en la creación de grandes obras. Todos, incluyendo tus compañeros de fatigas, dormiremos más tranquilos.
jarto
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No tengo demasiados prejuicios musicales en lo que se refiere a géneros, unos me gustan más que otros, sin más. Lo que más me tira para atrás es la pretenciosidad, y más si resulta fallida. Hablando en plata, sin mamoneos, porque ya hay bastante en el mundo para que además pervierta lo que más queremos: la música.