El peso perpetuo de un monster hit: Simian
Ojeando la noticia sobre el nuevo single y vídeo de Simian Mobile Disco en Jenesaispop me encuentro con un ‘la verdadera noticia es cómo ha pasado el grupo de construir hits equiparables a los dados a conocer anteriormente’. Aparte de tratarse de un oración confusamente redactada (sin mala baba: nosotros metemos la gamba como los que más), llama la atención la incansable búsqueda de ese hit que haga temblar la pista. Y de nuevo, nosotros los primeros, pero con concesiones. De Britney esperamos hits, porque la filosofía del pop comercial se basa en aturdir los sentidos con dos singles abrasadores y dejar el resto del álbum en la mediocridad más absoluta.
Por supuesto, no son los únicos. En el indie este fenómenos se traslada en un primer gran disco y adios muy buenas (Bloc Party, por poner un ejemplo). Sin embargo se pueden encontrar casos de supuestos one-hit wonder como el del dúo de electrónica. We are your friends, junto a Justice cuando eran simplemente Simian, fue un pelotazo durante la pasada década (bueno, y ahora también). Lo siguiente que conocimos de ellos no llegaba al concepto hit de este ya cansino tema. Podía haber temazos, pero no hits, al menos no a la altura de su gran clásico (aunque el redactor de Jenesaispop dé a entender que contaron con hits del mismo calibre). Y no por no contar con el éxito de éste merecen el ninguneo (algunos temas le daban mil vueltas), pero hay que reconocer que, nos guste o no, carecían de esa ‘chispa’. Lo mismo le pudo pasar a Peter, Bjorn and John con Young folks, y eso que en aquel disco se podían encontrar temas más aprovechables.
Cuando se convirtieron en Simian Mobile Disco quizás lo que querían era alejarse de la condición de autores de hits que ensombrecieran para centrarse en parir álbumes completos, con sus temas destacables, sí, pero sin una niña de sus ojos. El tema al que se refería el redactor era Seraphim, que acompañado de un efectivo vídeo se desmarca como un ejercicio de kraftwerkismo actualizado que dudamos que la pinchen en exceso pero tampoco lo necesita. De acuerdo, no tiene la ‘chispa’, pero la realidad es que SMD nunca fueron un grupos de hits incontestables, y no tiene sentido exigírselo. Se han labrado una notable carrera que les desliga de aquellas formaciones maltratadas por la crítica y adoradas por el público. El problema es que un monster hit primerizo pesa mucho: una parte de la prensa especializada les sigue viendo como unos zapatilleros sin oficio ni beneficio y los amantes de su música viven del mismo pasado una y otra vez. A ver que sucede con el nuevo disco, pero no hay que ser un lumbreras para predecir un estancamiento de opiniones. Y en el SOS 4.8 la gente enfervorizará con We are your friends y si te he visto no me acuerdo.
jarto