Alex Winston – King Con
Ya habíamos escuchado muchos temas de Alex Winston. Tras un EP de versiones, sacó al mercado dos discos cortos más, Sister Wife y Velvet Elvis. Realmente, casi la mitad de las canciones que contiene su primer disco largo ya estaban en los trabajos publicados anteriormente, aunque hay cambios bastantes notables en la producción.
Parece una paradoja que esta artista sea originaria de Detroit, la ciudad donde comenzó la historia más gloriosa del pop estadounidense y el milagro económico y que se ha quedado en el paraíso de la fotografía de lugares urbanos en decadencia. Alex es la gran esperanza americana en un momento en el que las solistas europeas se lo están llevando todo. Está claro que, a pesar de las ventas, las que van sentando las bases de lo que está de moda son Robyn, Florence o Marina, y esos son los obvios referentes de este álbum, o al menos la manera de comprender hacia qué público objetivo está dirigido.
Fire ant abre el disco de una manera enérgica. Recuerda bastante al estilo del último trabajo de Lykke Li. Demuestra un control excelente de los cambios de ritmo y emociona en su conjunto. Después llegan las canciones que ya conocíamos, aunque puede que nos sorprendan algunos cambios. El single Velvet Elvis, con un sonido casi tribal, enfatizado con los cambios en esta nueva versión y Medicine, con todo el positivismo que desprende. Locomotive es, sin duda, la gran canción de Alex Winston, el gran himno del Carpe Diem con una producción cuidada hasta el más mínimo detalle; es de las que más cambiadas se encuentran con respecto a la versión editada anteriormente, pero, con ese parón en el estribillo, se plasma mejor el mensaje de “disfruta del momento y no pienses”.
Host es una buena muestra del estilo del disco, con esos coros tan pegadizos, aunque, sin duda, Guts es el gran grower, entre otros motivos por la originalidad de su letra. Tanto Sister wife como Choice notes, ya se incluían en anteriores EPs de Alex, pero estos dos temas abiertamente naïves no pueden pasar desapercibidos ante cualquier oyente que descubra a la cantante con su primer largo publicado. En Shock me vemos cómo se recicla el sonido de la Kylie más ochentera, el ritmo baja con la balada Benny y la fiesta tribal vuelve con Run rumspringa, que enlaza con The fold, un tema de influencia folk que sube el ritmo de manera progresiva y nos deja con el mejor sabor de boca posible para terminar un disco.
Alex Winston demuestra que el pop puede ser comercial e innovador a la vez y, aunque no haya sido ni mucho menos un fenómeno de ventas, seguro que más de un festival querrá contar con su presencia.
Puntuación: 8 | Escúchalo: Spotify
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