Crónica Arenal Sound 2012: jueves
El festival Arenal Sound en tan solo tres ediciones va camino de pasar de ser una alternativa más barata (y con menos guiris) al FIB a convertirse en una cita musical veraniega de referencia a nivel nacional, hecho al que contribuye, como es lógico, la confección del cartel. Y el cartel de este año, a pesar de pecar de ser poco arriesgado, incluía nombres que bien merecían la pena organizar un viaje a un pueblo costero de la provincia de Castellón, hacinarse cuatro o más días en la zona de acampada habilitada para la ocasión y, sobre todo, disfrutar de los conciertos.
El primer día empezamos fuerte: de entre todo lo que había programado, teníamos claro que no nos íbamos a perder a Metronomy y Crystal Fighters, a los primeros porque no los habíamos visto antes, y a los segundos porque todo lo que tocan se convierte en fiesta.
Poco después de asistir a la rueda de prensa ofrecida por Metronomy, nos acercamos al escenario Desperados, uno de los dos grandes del festival y en donde el cuarteto inglés tenía previsto actuar. Durante la hora y cuarto (aprox.) que duró el concierto, los de Devon desgranaron uno a uno la práctica totalidad de temas contenidos en su último trabajo The English Riviera, que además es el que les ha catapultado a la fama absoluta y el que su público conoce mejor. Así pues, los presentes nos dejamos seducir por temas como ‘Everything Goes My Way’, ‘Loving Arm’ o ‘The Look’, bailamos con ‘The Bay’ y nos emocionamos sobremanera con ‘She Wants’ o, sobre todo, con ‘Corinne’; quizás uno de los mejores momentos de todo el festival. Aunque es The English Riviera el álbum que, prácticamente, les ha puesto en el mapa, Metronomy no podían dejar de lado canciones que, aunque quizás sin tanto éxito, nos pusieron a bailar varias temporadas atrás, como ‘Radio Ladio’ o ‘Heartbreaker’, que muchos recordamos con nostalgia.
Sobre el directo de Metronomy, nada que destacar, salvo que ofrecen un show correcto, sin apenas florituras, pero sin descuidar lo más importante: la música. Y es que es un lujo escucharlos en directo o en álbum, suenan igual de bien.
Desde el primer momento en el que Crystal Fighters salieron a escena, supimos que viviríamos uno de los mejores conciertos de entre todos los programados; y así fue. Nada más empezar con ‘Solar System’ y hasta el final del concierto, no pudimos parar de mover los pies, saltar y gritar («I love London» ha sido una de las frases más repetidas en el cámping del festival). No se dejaron ni una, tocaron prácticamente todo el álbum, y salvo momentos álgidos como cuando sonaron la ya citada ‘I Love London’, ‘Xtatic Truth’ (canción con la que terminaron su actuación) y, sobre todo, ‘Plage’ (que se ha convertido, contra todo pronóstico, en el hit indiscutible de los británicos), todo el concierto mantuvo el mismo ritmo: alto, alegre y fiestero.
El sonido del escenario Desperados, una vez más, era excelente y, sumado al saber hacer de los «anglovascos» dio como resultado un momento musicalmente memorable que no se quedó únicamente en el show.
Poco antes de la actuación de The Zombie Kids, programada para las 04:30, tuvimos el placer de asistir a la mini sesión de media hora que Maadraassoo, dj residente de Razzmatazz Clubs, ofreció en el escenario Legendario y en la que pinchó únicamente canciones de bandas que actuaban en esta edición del festival; tarea no demasiado difícil gracias al nivel del cartel de este año, con bandas que han facturado más de un hit altamente bailable.
Aunque nada es perfecto en esta vida, y tenemos que admitir que nos llevamos una decepción el primer día: The Zombie Kids, quienes al parecer no llegan a entender que a altas horas de la madrugada la gente no está para según que cosas y aguanta poco que alguien les recuerde que están en un festival o quién está pinchando; únicamente quiere bailar y pasárselo bien, y el speech no ayuda en absoluto.
Emilio Morales / Foto: alquimiasonora.com