Crónica Arenal Sound 2012: sábado

Nos encontrábamos ya en el ecuador del festival, con las energías bastante mermadas a causa del desgaste físico ocasionado por el camping y, sobre todo, la fiesta de los días anteriores, pero también estábamos ante la jornada más fuerte del festival, con bastantes grupos o djs que no queríamos perdernos. ¿Qué podíamos hacer? Pues aguantar y verlo todo, que para eso nos vamos de festival.

Empezamos el día muy pronto, con nada más y nada menos que Kakkmaddafakka calentando el ambiente. Los noruegos, aunque con únicamente un álbum en el mercado, el divertidísimo Hest (Bubbles Records, 2011), ofrecieron una hora de fiesta total y absoluta; no faltó ni siquiera una pareja de coristas/bailarines que, ataviados con indumentaria deportiva muy apropiada para los tiempos olímpicos que estamos viviendo, nos deleitaban con movimientos dignos de las coristas más respetables de los años dorados de la Motown. Solo que claro, estos eran tíos y no eran ni la mitad de elegantes. Entre varios otros temas del álbum que, sin pasar desapercibidos, no generaron demasiada euforia, sonaron, como era de esperar, Restless y Your Girl que, esta vez sí, enloquecieron al personal. El público agradecido supo recompensar el buen hacer de los escandinavos tirando al aire los varios miles de sombreros blancos que una marca de ron que patrocinaba el festival regalaba a la entrada. Muy bonito y emotivo.

Horas después, con el ambiente un poco más alcoholizado, llegaba el turno de Los Campesinos!, conocidos por ofrecer shows enérgicos en los que su frontman Gareth Campesinos no se corta un pelo a la hora de lanzarse al público y bailar con ellos, o incluso liarse con alguno del público. Esta vez, sin embargo, se comportaron bastante, aunque el concierto eérgico fue, y los presentes ya nos encargamos de saltar y bailar por ellos.

Con cuatro álbumes en el mercado, los galeses no olvidaron ni uno solo y sonaron, pues, canciones de toda su carrera, como Romance Is Boring, Death to Los Campesinos!, We Are Beautiful, We Are Doomed, y la coreadísima You! Me! Dancing!, que muchos recordamos con cariño por haber sido uno de esos temas que, hace tres o cuatro años, nunca fallaban en las discos de moda (léase Razzmatazz o similares).

Tras el show ofrecido por Los Campesinos!, que ejercieron como un warm-up más que digno para lo que quedaba de noche, nos encontramos ante el plato fuerte de la noche: los esperadísimos Two Door Cinema Club. El trío irlandés tocó ante una multitud enloquecida, y se dedicaron íntegramente, en la hora y poco más que se mantuvieron sobre el escenario, a avivar el fuego, porque lo hacen estupendamente, y el público sabe reconocer cuando un grupo es un hype y cuando, además de tener canciones pegadizas, tienen una puesta en directo más que correcta. El público no es tonto, amigos.

Estos mozalbetes empezaron bien; tocaron Undercover Martyn, uno de los sencillos de su primer largo Tourist History (Kitsuné, 2010), prácticamente al inicio del concierto, y siguieron con los hits. Así pues, sonaron canciones como Do You Want It All? o las celebradas Something Good Can Work y What You Know. Durante los estribillos casi no se escuchaba la voz de Alex Trimble, vocalista de la agrupación, pero no por ningún problema de sonido, sino que el público, con la lagrimilla a punto de caer en muchos casos, coreaba tan fuerte las canciones que no dejaba escuchar nada más. De todas formas, los Two Door estaban en Burriana para presentar su nuevo disco Beacon, que será lanzado en breve, y por ello tocaron canciones de éste, incluida Sleep Alone, el single que han lanzado recientemente. Como era de esperar, la respuesta no fue la misma que con las canciones que el público ya conocía de antemano.

El final del concierto, como era de esperar, fue apoteósico, aunque el que hayan escogido la archiconocida I Can Talk para cerrar ayudó, desde luego.

Lo de Felix Da Housecat fue también impresionante. El hombre mezcló con maestría temazos indies y mainstream por igual, en un alarde de lo que mi compañero jarto denominaría chonismo ilustrado. En ninguna otra sesión he escuchado juntas Allein Allein de Polarkreis 18, Calling de Sebastian Ingrosso & Alesso y el remix que Erol Alkan hizo de Why Won’t You Make Up Your Mind? de Tame Impala, por poner un ejemplo. El público, sin importar a quién tenía a su lado, lo dio todo, como era de esperar.

Más muerto que vivo, me acerqué al escenario Coca-Cola (conocido popularmente como «el after»), donde pinchaban los geniales Pin&Pon, que me acompañaron hasta que decidí irme a dormir. ¿Su sesión? POP, así en mayúsculas, con la que dejaron al público completamente encantado.

Emilio Morales / Foto: nomepierdoniuna.net

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