¿Por qué mola ‘Call me maybe’?
La canción de la temporada, sino del año, en un ámbito más comercial, se entiende, empezó su andadura en la línea de típico pop intrascendente que pasa más desapercibido que otra cosa. Las semanas se iban sucediendo y empezó a copar medios y más medios; al poco tiempo nos vemos en compañía de amigos cantándola y sin gota de alcohol en sangre (bueno, a veces). Y los indies tampoco se salvan. ¿Qué tiene Call me maybe de Carly Rae Jepsen para conquistarnos de tal manera?
– Una chica muy mona que aparenta 17 pero tiene 27 que representa la adolescencia perpetua en la que muchos veinteañeros y treinteañeros estamos sumidos. Aparte de que el tono, letra e interpretación parece de chica de instituto con carpeta forrada de Roberts Pattinsons. Forever young, I want to be forever young!
– No hay dance guarro por ningún lado, lo que en tiempos de Guettas y RedOnes se agradece. Pop näif en estado puro, tan frívolo como divertido, sin mensajes estilo ‘hunde tu cabeza en mis tetas’.
– El estribillo, aparte de ser pegadizo hasta el desfase, destaca por poder implantar un gesto diferente en cada estrofa, y gracias a ello el nivel de retraso mental al berrearla aumenta en un 500%. Y nosotros tan contentos.
– El vídeo se encuentra en la misma escala de chorrismo del propio tema. Carly hace de enamoradiza grimosa mientras que su príncipe azul acaba siendo del club del pepino. Asquerosamente adictivo.
– Aparecer con The Roots en el show de Jimmy Fallon no es moco de pavo. La banda y el propio presentador tocan instrumentos de juguete mientras la menuda chica canta risueña y más feliz que un regaliz. Tan maja y adorable que irías a tomar café con ella (para acabar saturado de azúcar a la media hora, llamar a Ke$ha y terminar borracho en una cuneta).
– La gente hace vídeos que dan vergüenza ajena y los sube a Youtube. Lo mejor es que son absolutamente conscientes del ridículo; ellos sólo dan un paso más allá que nosotros cuando la cantamos, por lo que hasta cierto punto se genera cierta empatía. Y si además eres Katy Perry y lo grabas en tu piscina y con amigos, no es que empatices, es que matarías por estar ahí.
– Sabemos que no irá más allá de este éxito, y es lo que nos gusta de este tipo de pop. ¿En realidad queremos seguir oyendo peores temas de Carly y así romper la ‘magia’ del momento? Evidentemente no (ya resulta bastante horrible escucharla junto a Owl City). Siempre la recordaremos por hacernos sentir estúpidos y no avergonzarnos por ello.
jarto