Hola a Todo el Mundo – Ultraviolet Catastrophe

Desde su debut en 2010, Hola a Todo el Mundo se presentó como una de nuestras bandas más exportables, y no precisamente por comunicarse sobre todo en inglés (influye, pero hay ejemplos como El Guincho que rompen la regla). El planteamiento de las melodías se acerca más al mundo anglosajón que el nacional, al igual que la pronunciación, que no parece fruto de un curso de inglés de CCC. Pero es sin duda el mimo en la producción lo que les debería acercar al mercado internacional, y más si tomamos este último Ultraviolet Catastrophe, que añade olas de innovación en este aspecto, algo que por desgracia no se suele prodigar en España. Ya no podemos quedarnos en la etiqueta de pop folk o derivados, ya que su visión musical ha tomado un nuevo rumbo que desde aquí alabamos, sin escupir sobre sus raíces o convertirse en una parodia de sí mismos.

Esta producción destaca por la profusión de gran variedad de elementos que concede a todas y cada una de las canciones un colchón sonoro repleto de matices. Ya se demuestra en la apertura del álbum, Oh Lord tell them wind blows far from me, que hace gala de sintetizadores y arreglos en la onda de la vena easy listening ochentero de la que últimamente gente como Bon Iver se ha adueñado (Beth/Rest), pero  más envolvente y ensoñador. El single They won’t let me grow es uno de los himnos buenrollistas del año, que recuerda a un cruce entre los Animal Collective más pop y los últimos Delorean, con teclados luminosos y cierto aire tribal en la batería. A veces la duración de los cortes resulta algo excesiva, como por ejemplo sucede en And a just man howls, que sin embargo rescatan gracias a una delicada sección instrumental final que sirve de introducción a Youth time, least bother & friends, donde vuelven a sacar la artillería sintética, exuberante y colorista, jovial y fresca.

En un estilo más rockero To my tender love podría formar parte de la discografía de unos Oasis más influenciados por los Beatles psicodélicos. En clave de prog-rock tenemos They took me to the top of the mountain, precioso y vigorizante corte instrumental que enlaza con la épica de Come to my head, que termina dos minutos antes de que la pista llegue a su fin para sacarse de la manga un riff de teclado que hará las delicias de los amantes de la primera época del techno pop. Your reason a place in the north toma de nuevo clásicos de la talla de Beach Boys y contemporáneos estilo Fleet Foxes en un tramo sosegado, casi bucólico, para finalmente terminar en el cielo en I’ll return over Gloria (aunque fusile a M83).

Lo mejor de todo es que tal evolución no muestra síntomas de agotamiento (no sería la primera vez que un artista o banda cambia de estilo porque su fórmula ha dejado de funcionar), sino que además se mantiene la esencia; y tampoco se trata de en un burdo intento de sonar más modernos, comerciales o lo que se tercie, aunque picoteen influencias de aquí y allí (¿quién no lo hace?). Porque si por algo destaca HATEM es por su carácter auténtico y sincero.

La banda estará de gira el 17 noviembre en Ocho y Medio Club de Madrid y el 15 de diciembre en la Sala Wah Wah de Valencia.

Puntuación: 8,25/10 | EscúchaloSpotify

jarto

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