Saint Etienne en el Teatro Lara, Madrid

Después de la cancelación del miércoles debido a la huelga, era de esperar llenazo el jueves, tanto por la prensa reubicada como los que decidieron ir finalmente a este único concierto pesar del contratiempo. Como los tópicos casi siempre se cumplen, la mayoría de la gente que se acercó era claramente gay, lo que en los primeros tiempos de Saint Etienne no resultaba tan descarado. Ahora parece que las posiciones se polarizan y ya no se puede ser hetero y escuchar pop colorista y bailable. El caso es que sin teloneros apareció el trío en escena acompañado de su fiel corista, con la misma simpatía de Sarah y sobriedad de Bob y Pete a la que estamos acostumbrados.

La primera decepción: el formato seguía intacto. Quizás en un lugar más íntimo como nuestro adorado Teatro Lara habrían tenido la posibilidad de incluir instrumentos reales, la versión acústica de algún éxito o incluir el carácter conceptual de su gran último disco y abrir con la sosegada y preciosa Over the border. Además, siempre he pensado que su música no resulta tan electrónica para presentarla en directo de manera tan enlatada. Vamos, que tampoco hablamos de Autechre. La segunda decepción era el volumen, especialmente en la primera mitad y sobre todo en los pisos superiores (donde me hallaba), demasiado bajo. Por suerte el público no fue el mismo que The xx. Para lo bueno y para lo malo. No hablaban, pero muchos ni se movían, y eso que Sarah había animado al baile. Desde arriba resultaba curioso observar como la zona izquierda de asientos era una fiesta mientras que la derecha parecía un funeral. Gracias a Dios al final pocos se mantuvieron sentados, e incluso algunos, incluido un servidor, nos bajamos al piso de abajo para bailotear a gusto. Conclusión de este punto: para hacer lo mismo de siempre, mejor otra sala donde la gente esté más motivada.

El tema de los bajos estuvo bastante más controlado respecto a sus actuaciones en South Pop y Primavera Sound, y en general, como suele ser habitual en el Lara, el sonido contaba con una calidad incuestionable. La voz de Sarah también gozaba de mayor equilibrio, y en general, a pesar del enlatamiento, pocas pegas se podían poner en el aspecto más estrictamente musical. Hasta Bob y Pete, que a veces se les acusa de cierta parsimonia, en mi caso, que desde arriba tenía una visión clara de lo que hacían o dejaban de hacer, he de aclarar que no dejaban de juguetear con sus maquinitas varias y teclados. Así que no, tampoco se trata de darle al play y a correr.

En cuestión de temas, tampoco ninguna sorpresa, y alguna ausencia inesperada como You’re in a bad way. Sylvie, Nothing can’t stop us, Only love can break your heart, Burn out car, Who do you think you are, Like a motorway y por supuesto He’s on the phone para terminar, se juntaron con los temas más moviditos de su Words and Music: I’ve got your music, Popular o Dj junto con el que se confirmo como himno indie pop del año, Tonight, donde la entrega fue total. Un directo que la verdad no aportó demasiado respecto a otros recientes (¡hasta el vestido de Sarah no cambia!), pero resulta imposible que no agrade y nos regale indiscutibles momentos de diversión pop.

Puntuación: 6,5

jarto

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