Injusticias 2012 (I)
Termina el año y siempre celebras logros musicales que te han alegrado durante los últimos doce meses. Sin embargo siempre quedan espinitas clavadas que van más allá de la calidad o dignidad del asunto (para eso ya tenemos los despropósitos). Injusticias que no llegan a drama, pero que pudieron haber sucedido de otra manera, y además en la mayoría de casos es culpa de los medios y los fans (donde nos incluimos en ambos grupos).
Lana del Rey, entre el apaleamiento y la última venida de Jesucristo
Una de las estrellas musicales más mediáticas del año sigue generando una división de opiniones tan polarizada que parece que las medias tintas es para los cobardes. En Musikorner en general nos gusta, pero también somos conscientes sus puntos flacos y las virtudes no las multiplicamos hasta la ceguera absoluta de criterio. Hay artistas que merecen más reconocimiento que ella, no obstante no hay nada menos justo que el mundo del pop. Por otra parte odiarla porque sí tampoco, o porque es hija de un millonario, porque su carrera está calculada al milímetro o porque chupó todo lo chupable con esos labios recauchutados para llegar donde está. Verdad o no, hay miles de ejemplos similares en el pop que a pesar de todo nos hacen disfrutar de lo lindo, y no hay tanta queja al respecto.
Carly Rae Jepsen y la maldición del one-hit wonder
Call me maybe es un clásico pop, no hay quien lo ponga en duda; pero maldita sea, Kiss resulta la mar de entretenido y disfrutable. La mayoría de canciones podrían ser singles, se pega de mala manera y no tiene mayor pretensión que la de divertir. Puede que peque de simpleza, pero no vamos a negar que de vez en cuando tanto wannabe cansa, y no solo en el indie (sino que se lo digan a Gaga). El problema de estos súper éxitos, como suele suceder, es que eclipsan al álbum…
Animal Collective ninguneados
¡Qué daño hacen las expectativas! No creas el álbum de tu vida y se olvidan de ti. Y por si fuera poco Pitchfork te deniega por primera vez el Best New Music. Centipede Hz no se fraguó para coronar las listas de lo mejor del año, sabían que se trataba de una pieza demasiado weird para conquistar los corazones de crítica y público. Y aún así se trata de una gran obra, por debajo de MPB, pero digna de mención. Demuestra además que los chicos de Animal Collective hacen lo que les sale del manguaco, arriesgan, a veces se pasan, es verdad, pero derrochan un sentido de la autenticidad por el que la mayoría mataría.
La imposibilidad de disfrutar de The xx en directo
Hemos hablado de esto muchas veces, pero a tenor del anuncio de su actuación en Barcelona, aparte de en SOS 4.8, miedo nos da lo que podemos encontrarnos. En general hay que mantener la boca cerrada en la mayoría de conciertos, salvando comentarios esporádicos, pero en uno donde buena parte del sonido de la banda se basa en el silencio debería estar obligado por ley. Si en un concierto, donde la gente se gastó sus perras en ver exclusivamente al artista, no se callaron, en un festival como el murciano casi mejor ni imaginárselo.
Youfest, las nuevas propuestas festivaleras no tienen cabida
Un festival que se sale de los cánones establecidos, pero la gente no entiende. Además uno de los días llueve y se chafa parte del evento. Desde un principio el Youfest se planteó como un concepto itinerante, pero si algún día la organización hubiese pensando en volver, se lo pensaría dos veces. Quizás sea un festival demasiado avanzado para su tiempo, y no hay sorna en el comentario. Sí, había mucha caspa, pero también calidad, incluso dentro de esa caspa. Todo tiene su contexto, y si además es único se revaloriza todavía más. Porque 20.000 festivales con un cartel de esta índole sería un suicidio… pero es que 20.000 con Lori of Lesbian también.
jarto