Jessie Ware – Devotion
Esta semana la incluíamos en la entrada sobre el nuevo r&b, pero nos quedaba pendiente reseñar Devotion, uno de los debuts del año. Jessie Ware conjuga lo mejor del r&b de las divas y no tan divas de los ochenta y especialmente los noventa, cubierto por un barniz de modernidad en lo que concierne a la producción. Dosis de sensualidad y sofisticación que no renuncian a la emoción, unidos a una lírica evocadora y melodías pop pero sugerentes, aparte del hipnótico y bien hilado diseño de sonido. Y claro, su voz, capaz de transmitir lo que mucha gritonas intentan pero jamás conseguirán, y disfrutando además de una variedad de registros encomiable.
Devotion funciona tanto en conjunto como por separado, formado por once temas coherentes pero sin rastro de monotonía que convierta la escucha en una experiencia algo pesada y reiterativa. Porque señores, a pesar de la etiqueta r&b, hablamos de pop, y como tal, su misión principal radica en divertir. Y si además no peca de intrascendente, una sonada ovación sería lo más apropiado. Por ello el álbum cuenta con hits que conjugan ambas virtudes como Wildest moments, que se llevaría el ficticio título de balada del año por unanimidad, tomando la épica (no tan desbocada) y las contundentes bases de clásicos como Halo (bajad esas cejas, lo es y punto), pero sin exceso de glaseado de azúcar.
Running hubiese reventado las listas a principios de los noventa (como buena parte del disco), reverenciando a Sade, al igual que No to love. Still love recuerda al lado más negroide de Sharleen Spiteri, y la Whitney más comedida aparece en espíritu en la delicada Sweet talk. También hay sitio para acercamientos al trip-hop originario de Massive Attack en Blue Lines en la acelerada 110%, que contiene uno de los estribillos más deliciosos del disco, además de agradecidos giros sorpresa. De tales giros también goza Something, que pone punto y final desprendiendo la emotividad más etérea.
Así, Jessie Ware cumple todos los requisitos para triunfar a todos los niveles, pudiendo convertirse en el nuevo fenómeno en la onda de Adele. Quizás en un segundo disco…, o quizás nunca, porque ya conocemos la injusticia y crueldad del mundo del pop, debido en parte a muchos incompetentes en determinados sellos que no tienen ni pajolera idea de aprovechar el potencial de sus artistas. Estrella mundial o no, se ha convertido en una de las artistas de 2012, y una de las que más debemos seguir la pista en el futuro, un futuro que se anticipa brillante.
Puntuación: 7,75 | Escúchalo: Spotify
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