Youth Lagoon – Wondrous Bughouse

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Youth Lagoon es otro geniecillo, que con sus 23 años ya lleva su segundo disco a sus espaldas, aunque en este caso no se trata tanto de cantidad sino de calidad. Su primer disco en 2011 The Year of Hibernation pudo ser fruto de la corriente psicodélica del momento pero sin embargo fue inevitable rendirnos ante su calidad. Ahora llega con Wondrous Bughouse, traducido al español como “maravillosa casa de locos”.

Detrás de este contundente título se encuentran temas de innegable referente psicodélico, casi un estudio de la disociación de la mente humana, ya sea bajo los efectos de la droga o no, en el que se entremezclan instrumentos de viento estridentes, imperfecciones musicales y devaneos rítmicos.  Es difícil hoy en día realizar un buen álbum basado en el género de los 60-70 ya trillado por otros artistas, véase los más que nombrados Animal Collective, Air o Deerhunter, en el que no se peque de clichés alucinados, caos en el ritmo, o demasiada cadencia rítmica. Sin embargo Youth Lagoon aporta ese toque de locura, casi de circo, a muchos de sus temas como en Attic doctor, a la altura de lo mejor que llevamos de año y una infinidad de detalles que le convierten en un disco para escuchar con auriculares.

El lo-fi y el dream pop también le sirve de excusa a Trevor Powers para crear esos ambientes entre nostálgicos y profundos que sirven para meternos en la mente del artista, como en The bath, que nos sirve de vara de medir de nuestra propia introspección. El balance entre pop y electrónica, contención experimental y música ligera también está bastante logrado durante todo el minutaje, intercalando temas lentos, de épica contenida, a explosiones neuronales como en Dopla, que sirve de paso para los temas más discretos y “enfermizos” como son Sleep Paralysis y Third Dystopia, que van evolucionando hasta tomar cuerpo y que nos demuestran que no solo le ha pillado el truco a sus inexactos ritmos, sino que están muy bien producidos.

Por si, aparte de esta reseña, la portada no fuera lo bastante aclaratoria, nos encontramos ante un disco eminentemente psicodélico pero con un toque de pop inusitado labrado por su genio creador, lleno de detalles que harán de su escucha un viaje lisérgico, con sus subidones y bajones, y una experiencia auditiva totalmente adictiva. Un disco arriesgado y efectivo, pura magia.

Puntuación: 8,7 | Escúchalo: Spotify

Cicuéndez

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