Top 10: los mejores hits de Giorgio Moroder

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Giorgio Moroder vuelve a la palestra. Tras el anuncio de su participación en lo nuevo de Daft Punk, un vídeo promoción de este cuarto disco acaba de publicarse, donde aparece el italiano hablando de su obra, del dúo francés y de su implicación en su cuarto trabajo, que de manera directa no es demasiada, pero colateralmente no tiene precio. Y es que sin Moroder no habría parte de la música dance y electrónica que invade el mundo y de la que por supuesto ellos se nutren. Debido a su legado, y porque debido a la muerte de Donna Summer muchos volvieron a recordar su figura, hemos elaborado un top donde se recogen sus mejores producciones y composiciones, las que los sintetizadores tienen mayor peso debido a su repercusión en este ámbito (por eso hemos excluido temazos como Call me de Blondie, Cat people de Bowie o muchos de Summer). Por cierto, también está de actualidad debido a su cuenta de Soundcloud, donde pone a disposición rarezas de su obra, además de estar preparando una compilación de sus primeros pasos en la música.

10. Tony’s theme (BSO Scarface, 1983)

Los estudios se lo rifaban, y entre sus trabajos se encuentra un clásico del celuloide de tal caché. En este caso también tiraba de mucha instrumentación, pero el acompañamiento sintético y la estructura musical la diferenciaba de otras bandas sonoras de la época (y de ahora). Este tema bien lo demuestra.

9. Irene CaraFlashdance… what a feeling (BSO Flasdance, 1983)

Que la tengamos más oída que las excusas del PP no le resta un ápice de grandiosidad. Como podéis comprobar, cuando las canciones de película reinaban las listas (Dios sabe por qué ahora no), Moroder era el amo y señor. En este caso todos hemos imitado (o algo así) los pasos de Jennifer Beals y hubiésemos adorado recrear el momento de la silla y el cubo de agua. Lo mejor: el riff de teclado, adictivo y cristalino. Óscar al canto.

8. LimahlNeverending story (BSO La Historia Interminable, 1984)

Un one-hit wonder en toda regla, pero también una de esas canciones que nos encantaban de pequeños e incluso a día de hoy, aunque ahora veamos la película y nos parezca infernal (¿no os sucede con muchas clásicos del celuloide de los 80?). Y como muchos de sus grandes éxitos en bandas sonoras, goza de una fuerza emocional pop de las que ya quedan pocas a día de hoy (a un nivel comercial, se entiende).

7. From here to eternity (From Here to Eternity, 1977)

El tema homónimo de su mejor disco en solitario. Mucho vocoder a modo de robot para derivar hacia ambientes más celestiales, con ese loop marca de la casa, al igual que los inimitables sintetizadores. Una maravilla con la que te das cuenta de la cantidad de artistas que años después se inspirarían en su obra.

6. BerlinTake my breath away (BSO Top Gun, 1986)

Una de las mejores baladas pop de la historia, así de simple. Incluso resultando ciertamente kitsch (en esta lista qué no lo es), su melodía, intensa interpretación (Berlin son muy reivindicables) y por supuesto una producción de pedigrí dejaron huella. Posiblemente su última gran canción, Óscar incluido. A partir de aquí, cuesta abajo (en calidad, pero sobre todo prestigio).

5. Utopia (From Here to Eternity, 1977)

Otro pelotazo de su álbum. Más loops infinitos (pero es que no cansan los jodíos), que gracias a unos coros entre lo maravilloso y lo ridículo perpetran un clásico instantáneo, aunque a nivel popular nunca lo fuese; una pena. En serio, el disco es una maravilla, no os lo perdáis si os consideráis amantes de la música electrónica.

4. Donna Summer – Our love (Bad Girls, 1979)

¿Os suena? Normal, New Order se inspiraron en ella (entre otras) para Blue Monday. Lo curioso es que casi recuerda más a Temptation, también de la banda inglesa, pero esta referencia no la han dejado tan clara. Otro clásico club del gran disco que es Bad Girls, poniendo los puntos sobre las íes sobre lo que se debía bailar en los setenta si se deseaba estar en la onda.

3. Philip OakeyTogether in electric dreams (Philip Oakey & Giorgio Moroder, 1985)

Aunque fuese del disco de Philip (y de la BSO de Electric Dreams), The Human League siempre lo interpretan en directo como parte de su repertorio (incluso ellas hacían coros en el original). El caso, que hace gala de un estribillo más grande que la vida, de puño en alto y lágrimas en los ojos, mientras mueves las piernas. Porque los ochenta molaban, por si aún no había quedado claro.

2. Chase (BSO El Expreso de Medianoche, 1978)

El Óscar que ganó a la mejor banda sonora significó: uno, que la academia no estaba tan encorsetada como se pensaba (no como ahora, que una obra así no recibiría ni una mísera nominación), y dos, el espaldarazo casi definitivo de la música electrónica a todos los niveles. Acompaña las imágenes del film de Alan Parker y además se le puede sacar partido en la pista de baile. Y ese teclado, ¡ese teclado!

1. Donna SummerI feel love (I Remember Yesterday, 1977)

Evidentemente, la joya de la corona. Casi no hay melodía, ¿acaso importa? Las capas y capas sintetizadas te arrastran al nirvana bailable, que junto a la etérea y orgásmica interpretación de  la diosa del ¿disco? producían una conjunción perfecta de talentos que podría durar eternamente (lo cual es imposible, pero la versión de 8 minutos nos vale). Mataríamos por haber estado en 1977, una noche cualquiera en la discoteca de turno y haber presenciando sin comerlo ni beberlo el sonido del futuro.

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