El regreso triunfal de Pharrell
Uno de los comebacks más inesperados de los últimos meses ha sido el protagonizado por Pharrell Williams, gurú de la música comercial durante la primera mitad de la pasada época. Adorado sobre todo por su faceta de productor (tanto en The Neptunes como en solitario), su sonido resultaba exuberante y vigoroso, tomando elementos tradicionales del r&b pero catapultándolos hacia el futuro. Brintey, Justin, Kelis, Gwen, Madonna de manera más tardía, Michael aunque se deshizo de sus maquetas (estaba para exigir en aquellos momentos…) y muchos más se dejaron llevar por su batuta. También hubo celebradas remezclas de por medio y colaboraciones vocales, aparte de su banda N.E.R.D., que se ganó el respeto de la crítica y público gracias a un excelente debut.
Sin embargo llegó el ecuador de la década y su ego le jugó una mala pasada en su por ahora único disco en solitario, el segundo de su banda no entusiasmó y un enorme enemigo asomaba por el horizonte: Timbaland. El grandote ya llevaba un tiempo asombrando al personal, pero fue en 2006 y su diseño de sonido en los discos de Justin y Nelly Furtado cuando realmente lo petó y Pharrell se quedó a verlas venir. No es que durante todos estos años acabase grabando canciones para las Sonia & Selena americanas, pero cantantes como Gloria Estefan tampoco dicen mucho de su este último tramo de su carrera.
Por suerte en 2012 su estatus empezó a recuperarse trabajando con Usher en uno de sus mejores temas de su último disco, participando con Swedish House Mafia (en este caso la repercusión es más a nivel popular que de calidad) o componiendo y produciendo para Frank Ocean. En 2013 ha sido asesor de la banda sonora de los últimos Óscar, trabaja en el nuevo largo de Kylie y Solange o la petarda de Azealia también ha precisado por sus servicios, pero ha sido su Get lucky con Daft Punk lo que realmente le ha devuelto a la primera línea, y lo curioso es que como vocalista, no como productor. Ya conocíamos sus dotes interpretativas, pero el flow que derrocha en el tema ha dejado anonadado a más de uno. Su amistad con los franceses (les remezcló hace años y ellos produjeron un tema de N.E.R.D.) le ha venido de perlas y la canción arrasa en todas las listas. Un movimiento muy inteligente formar pare de uno de los comebacks más sonados de los últimos años y aprovecharlo para volver tú también a lo grande.
¿Se animará a un nuevo disco en solitario sin tirar tanto de colaboraciones? ¿Todo se quedará en un quiero y no puedo? Solo hay que mirar a su «archienemigo» Timbaland, que ha realizado un magnífico trabajo en The 20/20 Experience y parece que la cosa no va a ir más allá (se supone que Shock Value III está en camino, pero miedito…). Sin embargo parece que este solo funciona con su amigo Timberlake, pero Pharrell se puede adecuar a más artistas, estilos y tareas (que alguien como Timba cantase debería estar penado). Acaba de cumplir los temidos 40, aunque no los aparente, y parece que se quiere volver a comer el mundo cual posadolescente. Pues bienvenido sea. Mientras tanto me pondré Milkshake para ir calentando…
jarto