Reivindicando… Blood de Franz Ferdinand
Esta semana se han dado a conocer dos canciones de lo que será Right Thoughts, cuarto disco de Franz Ferdinand cuatro años después de Tonight. Se confirma que poco o nada ha cambiado, pero por suerte siguen dando en la diana (sin el encanto del debut, eso sí). Sin embargo da rabia que no arriesguen un poco más y solo pretendan agradar a la gran mayoría de fans, que buscan siempre la misma fórmula (para que luego en directo solo berreen Take me out). Y es que hay bandas de las que se sabe a la legua que la innovación no es lo suyo, pero antes de su tercer álbum Kapranos declaró que querían experimentar en esta nueva aventura discográfica, por lo que este no es el caso. Pasaron los meses y el primer single no sugería tal cambio, lo que se confirmó con la salida del disco. ¿Qué había pasado? Decían las malas lenguas que el sello echó marcha atrás y finalmente rehicieron las canciones al más puro estilo de sus predecesores. Nada nuevo en el mundillo (que se lo digan por ejemplo a Amy, que en paz descanse)
Es probable que se les quedase clavada una espinita, y así, sin que nadie lo anticipase, nació Blood, una suerte de apéndice de Tonight para muchos, pero una obra de mayor magnitud para otros. Mano a mano con el productor Dan Carey, tomaron el material ¿original?, llevándolo a terrenos más electrónicos en general y dub en particular. El resultado fue un álbum mucho más interesante y original desde un prisma creativo, además de heterogéneo, tanto comparado con su predecesor como con los dos primeros. Una pena que no se tratase de un disco de estudio al uso, porque puede que, aunque los fans le hubiesen dado la espalda, la crítica lo habría encumbrado en las listas de lo mejor de 2009. Pero la realidad es que pasó algo desapercibido en términos generales, aunque por suerte el paso del tiempo se ha portado bien con él, ganándose el reconocimiento de clásico de culto en ciertos círculos.
Es verdad que posiblemente el material primigenio que luego fue mandado a la papelera de reciclaje no resultase tan radical, ya que Blood no cuenta con singles potenciales (ni los necesita). No resultaría descabellando pensar que, ya que estaba descartado del todo, al menos para el disco oficial, se tomasen la libertad de dejarse llevar por su faceta más extrema e ir mucho más lejos de lo que de primeras se habían planteado. Todo son teorías, por supuesto, pero es de locos que, por mucho que pretendiesen experimentar en los inicios del proceso, quisieran enterrar su carrera comercial, que no artística, de un plumazo. Así que se dieron el capricho, básicamente. Para este nuevo trabajo todavía quedaban esperanzas de que plasmasen su lado más juguetón, lo que por supuesto se ha diluido con la escucha de ambos temas. Quién sabe si meses venideros llegará a nuestras manos o reproductores otro disco que nunca fue. Hay que volver a la realidad, por lo que es de esperar que no: en este caso habrán ido directos al grano, pariendo notables canciones pero sin riesgo alguno. Qué se le va a hacer.
Blood está disponible Spotify, y su escucha es altamente recomendable (por si no os había quedado claro). Además la banda estará actuando en septiembre en Dcode, Mallorca e Ibiza Rocks, aunque no esperéis en directo nada similar a esto.
jarto