10 razones por las que Pet Shop Boys siguen molando
Electric, nuevo disco de Pet Shop Boys, se pone a la venta la semana que viene y se dará buena cuenta de él en Musikorner. Al escuchar el disco (aquí en streaming) uno se da cuenta que tras tres décadas el dúo londinense mantiene todavía su estatus en la industria, aunque las ventas no acompañen como antaño. Vamos, que siguen molando. Por eso, y mientras esperáis la reseña del disco, podéis entreteneros con este top 10 que recopila las razones que responden a la pregunta del titular.
10. Versiones que las hacen suyas
Que a veces hasta superan al original. Por si fuera poco toman como modelo a artistas que poco o nada tienen que ver con su estilo. Y es que a pesar de que conozcas las originales de Go west o Always on my mind, es escucharlas y las sientes como suyas, sin forzar la máquina, fluyendo, revitalizándolas. Así sucede también en Electric con Last to die, versión de Bruce Springsteen.
9. El éxito comercial no les importa demasiado
Muchos creyeron que Vocal simbolizaba su desesperada búsqueda por copar las listas. A estas alturas de la vida y tal y como está el patio posiblemente sea lo último que les interese. El single destaca por el aire a zapatilla, sí, pero ni es nada nuevo en su obra ni tiene madera de hit, básicamente porque ni parece que ese fuese su propósito. Todas las piezas encajan al escuchar Electric: por mucho que el dance sea el nuevo pop (por poco tiempo), el elemento pop resulta imprescindible para reventar los charts, y en el disco no tiene el peso habitual.
8. Mucha gente sigue sin tomarles en serio por su supuesto carácter petardo
Reconozcámoslo, a todos nos encanta sentirnos por encima en este tipo de situaciones, en este caso de gente que cree que PSB son una banda petarda del montón, sobre todo porque elos piensan que tienen el derecho a poner en duda tus gustos porque se pirran por Fito, que tiene unas letras «tope de profundas, tía». Es el tipo de individuo que cree que porque algo sea divertido o bailable tiene que pecar sí o sí de intrascendencia, lo que tampoco tiene porque ser negativo, aunque ellos no lo ven de tal manera. Si hablamos de Neil y Chris para nada es así, como veremos en el 1.
7. Sus conciertos son una fiesta
No se puede negar que podían hacer de sus shows algo más orgánico, porque tampoco es que hablemos de Skrillex o de cualquier artista de electrónica intratable más allá de pulsar botones. Sin embargo quien haya asistido a algún directo del dúo sabe que siempre se sale con una sonrisa de oreja a oreja, incluso sin autoproclamarse fan de ellos. Quizás sea gracias al jolgorio y simbolismo pop de su propuesta.
6. Son cultura pop
Qué denostado está este concepto en los últimos tiempos; pero siempre hay excepciones, y más si llevan 30 años dando guerra. Puede que no se encuentren al nivel de figuras como Madonna o Michael Jackson, pero sus hits, estética y su concepto del pop forman parte de esta tipo de cultura en su concepto más warholiano: potencialmente puede llegar adolescentes o a las amas de casa. Otra cosa es que tal y como están las cosas Juan Magán lo haga antes.
5. La esencia se ha mantenido inalterable
Casi 30 años y siguen sonando a Pet Shop Boys. Y es que algunos se reinventan tanto que no hay casi nexos entre pasado y presente. Quizás su producción es la que más ha cambiado, pero tampoco en exceso: se adecua a cada época, pero nunca suena tan desfasada con el paso de los años en comparación con otros coetáneos. En letras y melodías siguen (casi) en las mismas, lo que agradecemos infinito. Para qué cambiar demasiado si la fórmula funciona. Algunos dirán que para triunfar, pero de nuevo, eso ya no les importa en demasía.
4. Tienen hits para aburrir
Si el mundo fuese un lugar justo podrían hacer temblar las listas, porque estribillos memorables, que es lo que mueve el mercado pop, tienen para aburrir. Hay decenas de ejemplos, pero termináis antes cogiéndoos uno de sus múltiples recopilatorios (mejor el PopArt).
3. Pocos pueden presumir de una discografía tan equlibrada
Hay algún tropiezo en su carrera, pero ninguna catástrofe ni nada de lo que se puedan sentir avergonzandos. Desde obras maestras pop a discos simplemente entretenidos, hay un océano musical donde elegir, y más si tomamos discos de remezclas, directos, recopilatorios, etc. En general disfrutan de una media es muy alta.
2. La actitud es la clave
Si hablamos de molar, no se puede obviar el factor esencial para gozar de esta etiqueta: la actitud. Porque mantienen un equilibrio que lejos de dejarles en tierra de nadie (equilibrio no siempre es sinónimo de mediocridad) les otorga un tono reivindicador pero no cargante, divertido pero no mamarracho, comedido pero no soso, adaptándose al contexto e incluso generando el suyo propio, siempre de manera elegante y sutil.
1. Ostentan la receta musical perfecta
Pop divertido pero transcendente (casi siempre). No hay más que añadir.
jarto