Triángulo de Amor Bizarro – Victoria Mística
Aunque muchos solo les vieron como los autores de aquel hit titulado De la monarquía a la criptocracia (los amantes de Lori of Lesbian), la consolidación de Triángulo de Amor Bizarro con Año Santo resultó contundente y absoluta, si es que todavía quedaba alguien que pusiese en duda su potencial tras aquel celebrado debut de 2007. Sin embargo siempre está presente la difícil prueba que supone demostrar que nunca fueron flor de un día, lo que aprobaron con nota, además de otra importante cuestión: no son pocas las bandas que tras un primer disco enérgico y desbocado se aventuran tiempo después con una segunda parte, digamos, blandita, lo que no quita que se lleve elogios y aplausos. Por suerte los gallegos siguen en sus quince: se niegan a que la edad merme sus ansias de remover entrañas a base de su noise rock de afilados guitarrazos y letras punzantes. No sucedió con el anterior, no ha sucedido en Victoria Mística.
9 cortes que desde el primero desprenden la fiereza intrínseca a su estilo y que no ceja durante los algo más de 30 minutos que componen el álbum. Fiereza, pero con matices dependiendo del momento; porque han otorgado más protagonismo a su faceta más pop, la de De la monarquía a la criptocracia, pero su vertiente más rockera también ha virado hacia aguas aún más turbulentas y extremas, como bien dejan patente en la esquizofrénica Robo tu tiempo y sus sierras, teclados desquiciantes y repetición continua y hasta la arcada del título; lo que, eh, mola. Habrá quien le parezca un horror, pero mejor generar asco que indiferencia. La hedonista Ellas se burlaron de mi magia, (el «no quiero esperar para follar» lo dice todo) sigue el mismo patrón de sencillez y repetición lírica, añadiendo respecto a la versión que conocimos en 2012 un encendido final que podría ser la banda sonora de una gran fiesta celebrada durante el apocalipsis. En Lo hispano marcha-La banca paga aparece cierto carácter melódico cuando canta Isabel, que se desvanece ante las guitarras menos noise pero más lacerantes, al igual que en la tensa Clara, punto y aparte del álbum.
En la sección más pop si hay un claro pelotazo ideal para corear en sus más que recomendables conciertos ese es Estrellas místicas (¿ecos de Everything with you de The Pains?), donde Isabel pone fina tanto a los artistas que van de divos como los que fuerzan la actitud maja y cercana (enorme el «no seas tan maleducado como para morder la mano que te alimenta, guarda el veneno y sonríe, ostia, sonríe, ostia»). Vuelven a dar en el clavo pop con Enemigos del espíritu, que pone de relieve el continuo intento de Estado e Iglesia de adocenar a las masas en estos tiempos de crisis. En Delirio místico emulan a unos My Bloody Valentine pasados de revoluciones y aciertan de pleno tras Un rayo de sol, una muestra más comedida tanto rítmicamente como en sentido lírico (aunque con algún latigazo), que se podía catalogar con un adjetivo algo chocante para esta banda: preciosa. Preciosa a su manera, claro. De la mano de las almas oscuras cierra su vertiente más melódica pregonando la idea de vida efímera y caduca que contrasta con una interpretación, tono y coros aparentemente positivos.
Ambas suponen dos caras de la misma moneda, se complementan de rechupete y aunque te puedas sentir más engatusado por una de ellas al final te gana el concepto álbum, nada de fracturas. Estamos ante un acierto pleno, sin demasiada variación de la fórmula (ni falta que hace), pero con las pinceladas óptimas y necesarias de novedad, manteniendo la garra y frescura de antaño. ¿Qué disco es mejor? ¿Cuál peor? No hay oro, plata y bronce, todo es oro.
Puntuación: 8,5 I Escúchalo: Spotify
jarto