10 posibles reacciones ante ‘Reflektor’ de Arcade Fire

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Uno de los discos más esperados del año a todos los niveles es Reflektor, cuarto disco de Arcade Fire tras alzarse con el número uno en varios países, ganar el Grammy a mejor disco del año y reventar enormes estadios. La canción homónima ha hecho saltar chispas, porque no nos encontramos ante un Intervention o un Ready to start, singles de su segundo y tercer largo más o menos continuistas, sino ante algo más grande que no pasa desapercibido, para bien o para mal, asumiendo opiniones de lo más dispares. Por la red se pueden leer reacciones que van desde la exaltación total hasta la puesta en duda de su talento, reflejando diferentes prismas y contextos, y de todas se puede sacar algo en limpio (aunque como siempre unas están más razonadas que otras), e incluso algunas pueden combinarse. Porque aunque estemos de un lado o de otro, nunca hay que perder el sentido crítico.

1. Tras el éxito incluso a nivel comercial podrían haber seguido por la fórmula de parir un himno más grande que la vida, pero han querido ir más allá y no dormirse en los laureles. Han arriesgado y triunfado, al menos artísticamente, porque lo que es comercialmente, ¿a quién le importa? Parece que a ellos más bien poco.

2. Sonar (más o menos) a una banda que nació a la vez que Win Butler y los suyos, LCD Soundsystem para más señas, epicentro de un sello tan importante como DFA (que hacía de este tipo de producciones su bandera), es tener poco orgullo y dejarse mangonear. Los canadienses lucían un estilo que resultaba intrasferible y personal y ha acabado contaminado por otro que además también gozaba de estas cualidades. No es que la mezcla resulte desdeñable, pero parte de la esencia se ha ido al garete.

3. Arcade Fire, James Murphy en la producción, la participación de Bowie, el vídeo de Anton Corbjin, y por supuesto una canción explosiva. Demasiado bueno para ser verdad.

4. Reflektor no peca de comercialidad, vale, por lo que no se han vendido al mercado al menos, ¿pero a qué viene tanta horterada?, ¿por qué este giro tan aleatorio? A veces da la sensación que estos giros de guión están más justificados en el propio giro, da igual en qué dirección, que en los resultados, como si mantenerse en un statu quo siempre se tradujese en mediocridad. Y es que os cambios a veces se pueden pagar caro.

5. Shock. Resulta complicado valorar el single sin haber escuchado el conjunto, por si se trata de un capricho independiente o formará parte de un conjunto cohesionado. Una cosa está clara, nos han dejado a la mayoría descolocados.

6. Quizás necesite de varias escuchas, pero más allá del cambio, como canción tampoco resulta la panacea, al menos a un nivel melódico. Y para experimentar ya están otras bandas, pero de Arcade Fire se esperan himnos. Y el nuevo sonido es bueno, pero no puede utilizarse de excusa para justificar una canción tan excesivamente larga y sin un gancho claro.

7. Lo hortera no es malo. En el fondo la banda siempre ha desprendido ese aura de exceso, aunque fuese a nivel épico, que ahora centran en otro tipo de sonidos algo más estridentes, y sí, hasta bailables. ¿Un guilty pleasure? No, solo placer, sin culpa.

8. Se esperaba algo más radical tras el anuncio de Murphy tras la mesa de producción, y aunque el resultado es bueno, la supuesta mezcla explosiva que se ha quedado a medio gas. Quizás debieron llevar esta nueva etapa hasta las últimas consecuencias.

9. ¿Quién ganaría el pulso, Arcade Fire o James Murphy? Por suerte ninguno, han hecho lo que debían, ya que la esencia de ambos se mantiene en un equilibrio tan perfecto que muy pocos podrían conseguir, solo los genios (un equilibrio lógico con el contexto, asumiendo que los primeros deben gozar de más protagonismo, que para eso es su canción). Y con este tema han dejado claro (una vez más) que están por encima del bien y del mal. Grandes, muy grandes.

10. Parece que Arcade Fire son intocables. Y qué decir si se les une James Murphy y Bowie. Pues no, hay que aprender a desmontar mitos, porque no siempre resultan infalibles, como en este caso.

Bueno, sí, y falta una mítica: molaban más en el primer disco. Que se lo digan a Daft Punk, a los que también se les dedicó un artículo similar con su disco.

jarto

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