Top: Britney, del peor al mejor primer single
Work bitch, primer single del nuevo disco de Britney, está revolucionando la red gracias a miles de comentarios enfrentados: unos que la tildan como una canción rompedora mientras que otros dudan siquiera que sea una canción. Todavía hay que digerirla, porque no resulta precisamente un ejercicio facilón como Roar. Mientras se decide si estamos o no ante un buen single de presentación, recopilamos sus nueve primeros de peor a mejor, teniendo en cuenta su calidad musical, capacidad comercial, la repercusión en su momento y su permanencia con el paso del tiempo en la memoria colectiva.
8. Hold it against me (Femme Fatale, 2011)
Una copia descarada en su estribillo de Shattered glass (incluída en Circus), pero añadiendo bases bakalas y sección dubstep (qué efímeras algunas modas, ¿verdad?). Aunque como (casi) todo lo de Britney, acaba convenciendo aunque sepas que estás ante el ejercicio más chusco que pudieses esperar. Y lo gracioso es que aunque fuese número uno en medio mundo, el éxito de los dos siguientes singles forzaron su olvido y solo los fans de acuerdan de ella. Ahí se puede comprobar que ocupar el top de las listas no garantiza el recuerdo de la masa.
¿Mejor elección como primer single?: no, sobre todo si tienes un pepinazo como Till the world ends.
7. My prerrogative (Greatest Hits: My Prerogative, 2004)
Aunque se trate de un grandes éxitos, se presentaron varios singles del mismo, por lo que no conviene olvidarse de esta revisión del tema de Bobby Brown, que aunque no variaba demasiado respecto a la original, sí que actualizó el sonido y abría la veda de su cruzada contra la prensa («leave Britney alone!»). Tampoco es que haya quedado para la posteridad (al igual que los singles posteriores), ni se llevó el gato al agua en las listas, pero para un recopilatorio daba el pego. Y el vídeo, especialmente la escena coche-piscina, era la monda.
¿Mejor elección como primer single?: sí, tampoco había mucho donde elegir.
6. Me against the music (feat. Madonna) (In the Zone, 2003)
Vale, un dueto así debió haber provocado una hecatombe pop en la que el resto de coetáneas hubiesen dejado la música y dedicado en cuerpo y alma a hacer calceta, y más tras aquel beso lesbico que prometía la comunión pop perfecta. Quizás con una producción más rompedora y contundente así habría sido, porque a nivel melódico y, sí, lírico, la canción tenía el suficiente potencial para reventar las listas. Otro vídeo tampoco le hubiese hecho daño. A pesar de todo el tono resulta bastante enloquecido y caótico, y se agradece en un panorama mainstream tan previsible a nivel de estructuras y melodías.
¿Mejor elección como primer single?: evidentemente no, Toxic lo tiene TODO.
5. Womanizer (Circus, 2008)
Britney recuperó la cordura («cordura») y además avanzó la moda electro pop que Lady Gaga impondría poco después. La canción era una montaña rusa, ya que tras un sonido de alarma esperabas un hostiazo, pero las revoluciones se reducían y el orgasmo se quedaba a medio gas. Por suerte un maravilloso estribillo salvaba la función, y los pocos que no estaban convencidos acababan aprobando su nuevo hit mundial gracias a un vídeo en donde bailaba con energía, se le veía entregadísima, de nuevo buenorra y conduciendo con un tacón. Arrasó y aplaudimos su regreso al mundo de los seres humanos con dignidad (sobre todo sus hijos). Aunque sí, echamos de menos su demencia.
¿Mejor elección como primer single?: sin duda.
4. Gimme more (Blackout, 2007)
La época de culto de la ¿artista?, en la que se volvió tarumba, y su disco, a pesar de su nula implicación más allá de la voz, reflejaba a la perfección esta época de excesos, accidentes de coche en cadena y paraguas homicidas. Pero si permanece en la memoria colectiva es gracias a aquel despropósito totalmente real (aprende Miley) de playbacks y coreografías a destiempo en los VMA, porque la canción tampoco es que arrasara precisamente, aunque todo el mundo tiene grabado en su cabeza el «it’s Britney, bitch» (y más tras Scream & shout). El estribillo resultaba algo perezoso, pero la estrofa aguantaba el tirón y la producción era la repanocha, aparte de desprender un flow zorril que se disparaba al ver ese vídeo estilo stripper más cerca de Ana y los 7 que de Showgirls. Aunque suene paradójico emparentar los conceptos «Britney» y «riesgo», esta canción y todo lo relacionado con el disco no es apto para todo los públicos.
¿Mejor elección como primer single?: se trata del caso más confuso, porque todo el álbum es tan estridente que resulta complicado escoger un primer single. ¿Quizás Toy soldier?
3. Oops… I did it again (Oops… I did it again, 2000)
Todo el mundo pensó: «¿otro …Baby one more time?». Un tono más jocoso y picarón, pero un poco sí. Por suerte el paso del tiempo agudizó las diferencias y nadie se lo toma ya como un apéndice de su primer hit. Como casi todo lo que Max Martin produce, su sonido estaba ya pasado de moda en el mismo momento de su estreno (y pensar que tres meses después Madonna lanzaría Music…), pero el estribillo ha pasado a la historia y el diálogo, que de primeras lastraba la canción, ha quedado para la posteridad. Y siempre resulta divertido recrearlo borracho con tu mariliendre o amigo marijose (un hetero jamás se dignaría).
¿Mejor elección como primer single?: por poco (quizás por el icónico vídeo) gana Stronger. Bueno, y por esto.
2. I’m a slave 4 u (Britney, 2001)
Britney se fue de madre gracias al guarreo de vídeo y canción, abandonando su imagen de virgen para acabar desayunando bukkake. De primeras no convenció del todo, y la recepción en lista resultó más bien tibia, quizás por un estribillo algo desinflado. Sin embargo ha acabado convirtiéndose en uno de sus grandes clásicos. ¿Por qué? Porque por aquellas épocas la producción de The Neptunes era lo más moderno y rompedor que uno podía escuchar, y hasta aún hoy suena contemporáneo (más que las producciones de Pharrell en solitario). Turbiedad y sordidez sonora de primera clase.
¿Mejor elección como primer single?: a nivel artístico sin duda, a nivel comercial no.
1. …Baby one more time (…Baby one more time, 1999)
La canción que cambió la historia reciente del pop (para algunos a peor). Resulta tan lógico como evidente que debía coronar la lista, porque de primeras todos pensamos «¿quién es esta pija?» (que luego resultó más bien cateta) para acabar rendidos a sus encantos. Un vídeo icónico de temática high school que dejaba claro lo que mola estudiar en Estados Unidos (si tienes la suerte de no acabar cosido a tiros), que acompañaba a una bronca adolescente que acababa en un drama épico: la música baja, brisa de fondo, ella casi sollozando y de repente todo estalla. Tragedia en la pista de baile que marcó un antes y un después.
¿Mejor elección como primer single?: menuda estupidez de pregunta.
jarto
Me against the music (feat. Madonna) (In the Zone, 2003) para mi es un temazo. Si en ese tiempo se hubiese tomado en cuenta las descargas digitales, hubiese llegado a una mejor posicion del hot 100 billboard….