St. Lucia – When the Night
Más de dos años ha tardado Jean-Philip Grobler en dar forma al debut de su proyecto estrella, St. Lucia, tras varios singles y un excelente primer EP, lo que por otra parte resulta comprensible ya que ha estado ocupado produciendo a gente como Icona Pop y Wings. Su resplandeciente synth pop, sin revolucionar el género, refresca y deja con ganas de más, gracias en buena medida a su talento como productor. Así que como agua de mayo esperábamos el álbum que nos ocupa, titulado de manera acertada When the Night, que recupera algunas de sus mejores canciones de lanzamientos previos. Y como sucedía en ellos, el sudafricano explora su vertiente más pop, pero también la más electrónica y bailable, ganando la primera en cuestión de peso. Una pena, porque resulta la secuencia más interesante y exuberante del disco.
No me malinterpretéis, hay buenos exponentes pop, como Eyes on you, su mayor éxito gracias a un anuncio, o Closer than this, también incluido en su EP (aunque Before the dive hubiese resultado mejor elección a la hora de rescatar un tema de esta índole). Entre la sofisticación del Peter Gabriel más comercial y el horterismo innato de Phil Collins, encontramos nuevas y destacadas incorporaciones como The night comes again, notable apertura entre lo ambiental en su primera mitad y el descarado espíritu pop 80’s en la segunda, al igual que el single Elevate, que obtiene sus mejores marcas cuando se despendola sin complejos, sacando del baúl las hombreras y la peluca cardada (ese saxo, ¡vaya coros!). Sin embargo, aunque buenrollista, el tropicalismo de Wait for you no llega a despegar; la simpática Call me up, bastante Mika, se queda en simple relleno, digno, pero relleno al fin y al cabo, además de sobrarle un par de minutos; y The way you remember me no engancha, y lo peor, termina aburriendo (¿en serio hace falta repetir tropecientas veces un estribillo tan anodino?).
En general la estructura melódica de estas nuevas canciones se antoja más simple y la lírica, sin haber resultado nunca uno de sus puntos fuertes, no es que sea para tirar cohetes,. Por suerte la producción sigue deslumbrando, pero donde alcanza cotas brillantes es en la sección más electrónica, en la cual estribillos y letras ceden terreno al complejo entramado sonoro. Eso sí, September lo tiene todo: una estructura más o menos caótica, versos intrigantes, un concepto melódico variado y bien hilado, un Jean-Philip en estado de gracia a nivel vocal y una hipnótica y progresiva producción entre Ibiza y la DFA. Por eso formó parte de nuestras mejores canciones de 2012, y a día de hoy no ha perdido fuelle. We got it all wrong, otra vieja conocida, rememora a los Delorean más balearic, mientras que Too close hace gala de una de las producciones más ricas y eclécticas. Para terminar mezcla ambas facetas en la enérgica When the night, entre el synth pop cristalino y el kraut vitaminado en sus primeros cinco minutos, para finiquitar el disco de la mano de un epílogo de sosiego ingrávido.
Así, con sus más y sus menos, el disco acaba ayudando a sobrellevar mejor el otoño gracias a sus ritmos y sonidos luminosos. Pero si hay que ser sincero, si no hubiese recuperado antiguo material y la tónica de los nuevos temas se mantuviese intacta, el LP hubiese resultado bastante insípido y sin demasiada chicha. Al final solo tres temas no están a la altura de su ya demostrado poderío, y entre algunos notables y otros pepinazos, tampoco molestan en exceso (el orden del tracklist influye). La experiencia de pop sintético, sin llegar a las cotas del enorme debut de Chvrches, convence para el que busque un aire menos encorsetado, más liberado, sin prejuicios, incluso algo kitsch por momentos.
Puntuación: 7,5 I Escúchalo: Spotify
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