Especial reseñas dream pop

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De un tiempo a esta parte el dream pop es uno de esos géneros que casi nunca protagonizan las listas de lo mejor del año (salvo excepciones como Beach House), ni generan modas pasajeras donde el público enloquece hasta que se esfuman. Por contra puede presumir de resultar bastante atemporal, lo que por otra parte algunos le echarán en cara su casi nula adaptación a los nuevos tiempos. Sí que existe, pero quizás no resulte tan chocante y llamativa como en otro géneros, básicamente porque él mismo no destaca por ello. Y estos cinco lanzamientos no harán temblar los cimientos de la música contemporánea, pero muchos se pirrarán por la calidad general de los mismos.

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Pure Bathing CultureMoon Tides

Un nombre de disco y banda tan guay y una portada tan sugerente (por mucho que tire de la moda Instagram) no pueden pasar desapercibida. Si además te cuentan que la forman dos miembros de Vetiver entonces se ha ganado al menos una escucha. Por suerte el dream pop del dúo destaca por una elaborada producción y un inusitado cuidado por las melodías (en el single Pendulum la más destacada, pero no la única), ya que el género se suele guiar más por ambientación. Además, la delicada pero juguetona voz de Sarah Versprille también tiene más presencia de lo habitual, por lo que el componente pop se posiciona sobre el onírico. Ahí es donde asoma la a día de hoy alargada sombra de Fleetwood Mac, incluso aunque a veces compartan con ellos su regustillo a radiofórmula ochentera, como en Only lonely lovers, e incluso haga acto de presencia el r’n’b de la época en Scotty. Pero el horterómetro no estalla y se mantiene la armonía sensual y etérea de los adelantos que ya catamos. Delicatessen pop que vale tanto de ambientación como para una atenta escucha contemplando el anochecer.

Puntuación: 8 I Escúchalo: Spotify

HaertsHemiplegia

Tras el pelotazo de Wings, una de las mejores canciones de 2012, el hype era demasiado alto para superarlo (himnos así no se escuchan todos los días). La emoción e intensidad lírica y melódica junto a la acertada y envolvente producción de St. Lucia no se repite de manera tan contundente. Pero tampoco hay que perder la esperanza sobre el poderío de la banda para perpetrara temas de alto calaje pop. El corte titular tira de un efectivo loop de teclado que atrapa desde el primer segundo, mientras que la balada All for you se queda algo perezosa a nivel melódico, pero por suerte no pasa de los tres minutos y medio y el temple se recupera gracia a All the days, que enamora gracias a su bajo, el gran trabajo vocal y de nuevo por un riff de teclado muy resultón. Y sí, Wings también está presente para cerrar el círculo. Quizás un disco se les vaya a quedar algo grande (se atisba morralla), y sin el buen hacer de St. Lucia el resultado cojearía, pero más allá de conjeturas, lo que tenemos a día de hoy en este EP es una buena muestras de atmósferas pop y con miga. Parálisis artística no sufren, por ahora.

Puntuación: 7,5 I Escúchalo: Spotify

Mood RingsVPI Harmony

Tras una llamativa y evocadora portada tan ochentera no hay que esperar encontrar material inspirado en la década, al menos no de manera descarada. A lo que se dedican es al dream pop con trazas de shoegaze, dos géneros que como muchos sabréis se complementan a la perfección (a veces hasta resulta complicado de distinguir). El debut de estos chicos no noquea y por momentos se torna irregular y algo desangelado, sin la heterogeneidad coherente del Nocturne de Wild Nothing o la intensidad emocional del debut de Diiv. Sin embargo se pueden encontrar buenos exponentes de su ensoñación pop en temas como Pathos y lágrimas o Come lay down in line arrangements, que alcanza su punto álgido en The line, uno de los ejemplos de inmersión musical más conseguidos del año. Debido a un puñado de temas, además de buenas intenciones, su puesta de largo no decepciona en su conjunto, aunque se eche en falta algo de gancho y una personalidad definida. Todavía no se les ha pasado el arroz, por lo que se mantener cierta esperanza respecto al futuro.

Puntuación: 6,5 I Escúchalo: Spotify

MapsVicissitude

El proyecto de James Chapman parió uno de los mejores discos de 2007, que incluso nominaron al Mercury Prize, pero en general los medios le dieron la espalda. Nosotros le reivindicamos hace tiempo, pero no es menos cierto que tanto este trabajo como su predecesor distan de la calidad de su debut (aunque el segundo acababa convenciendo). De primeras resulta evidente que a nivel melódico cojea, y algunos pensarán que la producción dista de disfrutar de la variedad y detallismo obras previas. En el segundo caso la expansión sonora se antoja mayor que antaño, por lo que la base del sonido recae más en los sintetizadores envolventes que en los arreglos sintéticos que coloreaban su pasado musical. Así, el componente pop queda relegado frente a las atmósferas, pero estas tampoco resultan demasiado evocadoras o vistosas. Por supuesto que tenemos material salvable, como A.M.A., Built to last o I heard them say, pero hay varios momentos cuesta arriba que quizás a base de algo tan simple como recortar minutado se hubiese resuelto en parte (lo estirado de ciertos cortes no tiene pies ni cabeza).

Puntuación: 6 I Escúchalo: Spotify

Azure BlueBeyond the Dreams There’s Infinite Doubt 

Tras un notable debut en 2011, el sueco Tobias Isaksson no ha querido bajarse del tren del dream pop sintetizado y las diferencias entre ambos álbumes se basan en meras anécdotas. Sin problema, el resultado sigue encandilando gracias a su agudo sentido del pop a nivel melódico, clara herencia escandinava, que ha explotado incluso de manera más acusada en esta continuación, aunque su sonido resulte más espacial y expansivo. Los sintetizadores como colchón sonoro de melodía y lírica más o menos sencillas, pero sin acabar en el sonrojo, simplicidad o vergüenza ajena, conforman un sólido repertorio de canciones donde incluso podemos encontrar himnos que ponen la piel de gallina, como la escapista Beyond the dreams y la emocionante y elevada The road I know. Aquí la duda no es infinita, pero sí su sonido, que nos sirve de vehículo para recorrer el mundo sin salir de casa. Aunque viajar conduciendo acompañado por esta banda sonora se antoja como toda una experiencia. Eso sí, la versión de By your side de Sade no brilla, y parece que música y voz son cada una de su padre y de su madre.

Puntuación: 8 I Escúchalo: Spotify

jarto

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